coronavirus
A partir de ahora la forma de trabajar en muchas empresas va a ser diferente. También en las oficinas. Hoy hemos podido entrar en una de esas nuevas oficinas que se ha transformado para que sus empleados trabajen con las máximas medidas de seguridad para evitar contagios por coronavirus.
Entramos en una empresa que diseña espacios de trabajo pero antes, en el control de acceso, un operario nos toma la temperatura. Ahora sí ya estamos en la oficina donde todo el mundo va con mascarilla y guantes. Hay mamparas de policarbonato que evitan el contacto entre trabajadores en los puestos de trabajo y en la salas de reunión. "Me siento tan seguro que prefiero venir a la oficina antes que quedarme en casa" dice este trabajador que ha regresado a su empresa durante la crisis del coronavirus.
Puntos amarillos para marcar la distancia de seguridad
Círculos amarillos situados en el suelo marcan la frontera que no podemos pasar si queremos hablar con un compañero. Los puntos amarillos marcan un metro de distancia. "Todo aquel mobiliario que sea flexible, que pueda adaptarse de una manera o de otra nos va a permitir trabajar de una manera adecuada” dice el responsable de esta empresa y añade, "de cara al futuro lo más importante es la flexibilidad" para luchar contra el coronavirus.
Sensores de colores indican si la posición está ocupada o libre.
Un futuro de hologramas
El objetivo es reducir al máximo el contagio por el coronavirus y el contacto entre compañeros. Para eso hay muchas opciones que hasta ahora nos parecían del futuro. Por ejemplo, fichar con escáner de retina, ascensores inteligentes que evitan tocar botones o teclados virtuales que se proyectan directamente en la mesa. Y quizá, tarden más tiempo pero los hologramas podría ser la gran puesta de muchas compañías para enseñar los proyectos a sus clientes a pesar de estar a miles de kilómetros de distancia.