TRABAJABAN PARA LAS MONJAS
Un matrimonio de porteros ha trabajado durante 40 años en un convento de San Fernando, en Cádiz, hasta que las monjas fueron trasladadas. Ildefonso se encargaba del mantenimiento y Carmen, de la limpieza.
Las religiosas eran parte de la familia, pero ahora el convento se ha quedado vacío y el obispado quiere desahuciarlos. El obispado les ha ofrecido 12.000 euros para que se marchen, pero ellos creen que no se está teniendo en cuenta su trabajo durante todos estos años.
Están dispuestos a ir a los Tribunales y cuentan con el apoyo de las monjas.