SIGUE ABIERTA LA INVESTIGACIÓN
Sigue abierta la investigación sobre el crimen de la familia de Pioz, en Guadalajara. Todo apunta a que fueron asesinados fuera de la vivienda. Los autores habrían abandonado allí los cadáveres, para que fueran identificados.
En la casa no había rastro de muertes violentas. Fueron cuatro los fallecidos que se encontraron y dos de ellos menores. Ni gritos, ni sangre, ni huellas. Todo apunta a que la familia fue asesinada en otro lugar y abandonaron las bolsas para que se encontraran allí.
A Marcos, el padre, lo definían sus amigos y familiares como una fábrica de sueños rotos: "alegre, cariñoso, muy buen compañero y muy trabajador". Su vida daba saltos de trabajo en trabajo. Montó un bar que no funcionó y en los últimos tiempos arrastraba deudas y con ellas también a su mujer y a sus dos hijos.
Estuvo periodos en Brasil, después Galicia, Valencia, Murcia, Valladolid y Madrid. La última vez que habló con su amigo tenía "un cierto miedo", que le pudo obligar a trasladarse a Pioz donde no tenía ni muebles, ni comida, ni cuna.