SEGÚN LA OMS
Cada vez hay niños más pequeños enganchados a los vídeojuegos. El último caso es el de una niña de nueve años ingresada en el Reino Unido. Esperaba que sus padres se durmieran y pasaba las noches pegada a la consola. La Organización Mundial de la Salud anuncia que reconocerá ese trastorno como enfermedad mental.
Un ejemplo: en solo unos meses un videojuego cuyo objetivo es sobrevivir en un escenario apocalíptico ha multiplicado sus usuarios por seis, hasta los 45 millones. Una meta que obsesionó a una niña de 9 años en Reino Unido. Pasaba 10 horas al día jugando, ni siquiera iba al baño. Ahora está ingresada para tratar su adicción.
Para psicólogos como Magdalena Salamanca, "se produce un aislamiento, dejan de tener relaciones sociales, si no juega se vuelve agresivo o contestón".
En China, el mayor editor de videojuegos del mundo ha limitado el uso de otro: los menores de 12 años solo pueden jugar una hora al día. Algo que los padres ven complicado.
Y es que muchos menores es lo que hacen en su tiempo libre: "Creo que tres horas puede llevarme a lo tonto". Recordarán el fenómeno Pokemon Go. Las calles de ciudades de todo el mundo se llenaron de cazadores.
Pero según un estudio, menos del 3% de los jugadores muestra síntomas de adicción.