PENSABA QUE SU HIJA ESTABA POSEÍDA POR EL DEMONIO
Ella sufre de esquizofrenia. La niña está en Marruecos con sus abuelos y aunque se recuperó de las heridas físicas, puede tener secuelas psicológicas durante años.
Hakima ha admitido los hechos, pero sólo se acuerda de que una voz le decía que el bebé no era suyo. Que lo había poseído el demonio. Ante el juez ha declarado que “le estaba protegiendo porque tenía ataques de Lucifer. No tenía intención de hacerle daño, sino todo lo contrario”.
Cuando sucedieron los hechos, su hija tenía 8 meses. Le propinó fuertes golpes y mordiscos que le causaron fracturas en la frente, un ojo y en el cráneo. Un familiar comenzó a escuchar gritos y subió a la habitación. Con su actuación consiguió salvar la vida al bebé.
Los forenses han declarado en la sala que la joven sufre esquizofrenia y que pensar que el bebé estaba endemoniado, es fruto de esa enfermedad mental. Por eso, no se pide pena de cárcel.
EL fiscal solicita internamiento en un centro psiquiátrico durante 7 años.