PONTEVEDRA | ACUSADO DE UN DELITO DE TRATA DE SERES HUMANOS

Juzgan a un joven que vendió por 1.000 euros a su novia para prostituirla

Un hombre será juzgado este miércoles por vender supuestamente a su novia por 1.000 euros para explotarla sexualmente en un club de alterne que regentaba su madrastra. El hombre, su madastra y la pareja de ésta, están acusados de un delito de trata de seres humanos con fines sexuales y piden ocho años de cárcel.

La sección quinta de la Audiencia de Pontevedra acogerá este miércoles el juicio contra Daniel E., quien supuestamente vendió por 1.000 euros a su novia, a la que se trajo desde Rumanía hasta Vigo para explotarla sexualmente en el club de alterne que regentaba su madrastra, Ionica B.R.

El fiscal solicita para ambos 8 años de cárcel por un delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, al igual que para Juan Valentín P.C., pareja sentimental de la madrastra y que también regentaba un prostíbulo. Adicionalmente, el representante del ministerio público pide para todos los acusados cuatro años de cárcel por un delito de prostitución coactiva, y a Ionica B.R. tres años más por un delito contra el derecho de los trabajadores, y seis meses para Juan Valentín P.C. como cómplice en este último supuesto.

Asimismo, interesa que cada uno indemnice con 7.000 euros a la víctima, diagnosticada con trastorno de estrés postraumático en grado grave y quien contrajo enfermedades de transmisión sexual en el periodo en el que fue explotada.

Según consta en el escrito de acusación, Daniel E. conoció en julio de 2012 a la víctima, quien por entonces tenía 18 años y procedía de una familia numerosa "muy humilde" y en situación de especial vulnerabilidad y marginalidad. El acusado, "con el fin de mover la voluntad de la chica y convencerla de que se trasladase con ella a España", le propuso iniciar una relación y le propuso que lo acompañara a Vigo para que ayudara a su madre en la limpieza del bar que regentaba. Junto a los otros dos encausados organizó el viaje por carretera por el que la chica contrajo una deuda que le obligaron a devolver mediante el ejercicio de la prostitución.

En septiembre de 2012, Daniel E. decidió vender a su madrastra por 1.000 euros a la chica, a la que vigilaba y con la que convivía en un piso con otras jóvenes de nacionalidad rumana que también ejercían la prostitución, y se marchó de Vigo. A partir de entonces, Ionica B.R. y Juan Valentín P.C. se la llevaron a su domicilio familiar, en Redondela, para tenerla controlada y pasaron a cobrar íntegramente toda la recaudación que generaban los servicios sexuales que ésta prestaba. En la entrada y registro efectuada por la Policía en el domicilio de estos dos acusados, fueron hallados, entre otras cosas, 7.000 euros provenientes de su actividad ilícita.

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