DOS CABALLOS, DOS CERDOS Y UN PERRO
Según recoge la calificación del Ministerio Público el procesado durante su matrimonio se encargaba de los animales existentes en la explotación equina y porcina de la finca propiedad de su exsuegro, en la localidad cordobesa de Pozoblanco. En concreto, el acusado se encargaba de cuidar y alimentar a cuatro caballos de su propiedad, cerdos, gallinas, codornices, perros y un pavo real.
En este sentido, el fiscal detalla que el varón, "con flagrante desprecio por la vida, la salud y el bienestar de los animales", desde al menos agosto de 2012, fecha en la que firmó el divorcio con su mujer, "hizo voluntariamente dejación de los mínimos deberes de alimentación de los mismos, con lo que les provocó situaciones de sufrimiento y lenta agonía hasta la muerte".
De este modo, el día 25 de mayo de 2013 se localizaron en la finca referida y sin vida a un perro, dos caballos y dos cerdos. Según el Ministerio Público, "la causa de la muerte de los animales ha sido la falta de alimento".