CABE RECURSO DE APELACIÓN
El Juzgado de Violencia sobre la Mujer 2 de Granada ha desestimado el recurso formalizado por Juana Rivas contra el auto en el que decidió no reabrir las diligencias por malos tratos y ha argumentado que la estancia temporal en España de su expareja, Francesco Arcuri, no cambia la falta de competencia.
El auto desestima el recurso presentado por los representantes de Rivas a otro anterior del mismo juzgado y que acordó que no había lugar a reabrir la causa por malos tratos contra el padre de sus dos hijos.
Rivas argumentó en este último recurso que bastaba que el denunciado se encontrara en el país para que los tribunales españoles fueran competentes en la causa. Defendió además que, tras haberse derivado las actuaciones a Italia y al no tener conocimiento formal ni oficial de que el país se haya declarado competente, la causa continúa sometida a la jurisdicción española, tras lo que volvió a solicitar la reapertura de la causa y "cuantas resoluciones" fuesen necesarias.
A esta petición ahora rechazada se han opuesto además tanto la Fiscalía como el letrado de Arcuri, Enrique Fabián Zambrano. La juez explica que el requisito de que la persona contra la que se dirige el procedimiento se encuentre en España debe entenderse en el momento de la comisión de los hechos y no es suficiente la presencia "circunstancial" del denunciado, que vino a España para recoger a sus hijos "en virtud del cumplimiento de la resoluciones judiciales".
Con esta desestimación, contra la que cabe recurso de apelación, la juez mantiene la negativa de reabrir la causa por posibles malos tratos a Juana Rivas. Este proceso es independiente del seguido en el Juzgado de Primera Instancia 3 de Granada, competente en asuntos de familia, y el otro que se derivó por la vía penal ante el Juzgado de Instrucción 2 de Granada después de que Juana Rivas se negara durante un mes a cumplir la orden judicial de entrega de sus hijos.
Rivas acudió el pasado 5 de septiembre a declarar ante el Juzgado de Instrucción 2 de Granada como investigada por la presunta sustracción de sus dos hijos, con quienes estuvo casi un mes en paradero desconocido para no entregarlos a Francesco Arcuri, que fue condenado en 2009 por lesionarla y al que Juana denunció nuevamente por maltrato en julio de 2016.
Su declaración se produjo después de que el pasado 28 de agosto acatara finalmente la orden judicial que la obligaba a entregar a los menores, de 3 y 11 años, a su padre, con quienes los niños permanecen desde entonces en Cerdeña donde residían antes de que Juana, tras unas vacaciones en España, decidiera no regresar a Italia por el supuesto maltrato del que dice haber sido víctima.