Galicia
La jueza ha eximido a los comuneros de pagar los 995.000 euros que reclamaba Diego González por las lesiones y secuelas que sufre.
Diego González se quedó parapléjico al tropezar con una piedra colocada en un sendero del Monte Alba, en Vigo. Fue en el año 2014, cuando tenía 39 años, pero su batalla judicial todavía no ha terminado.
La jueza de primera instancia número 2 de Vigo ha eximido a la comunidad de montes de Valadares de abonar los 995.000 euros que reclamaba el ciclista por la lesiones y secuelas que sufre. Diego siempre ha defendido que la piedra que lo dejó en una silla de ruedas fue colocada a propósito en ese camino, la jueza no lo pone en duda, pero no cree que se le pueda otorgar la culpa a la comunidad de montes.
La jueza hace referencia en la sentencia a la colocación de la piedra ''de modo voluntario e intencionado por un tercero, momentos antes del accidente'', pero también asegura que ''ninguna prueba existe de que pudiera tener vinculación alguna con la comunidad de montes''.
Acusados del hecho
El proceso, demasiado largo ya, todavía puede serlo más, ya que contra esta sentencia cabe recurso. Aunque este proceso viene ya de otro proceso penal cuya resolución absolvió también a los implicados. En aquel momento tres personas, dos de ellas miembros entonces de la comunidad de montes, fueron acusadas penalmente por la posible colocación de la piedra causante del accidente y resultaron absueltas de un delito de homicidio por imprudencia en grado de tentativa.
La resolución que se ha conocido hoy señala además que pocos minutos antes del paso de Diego por este sendero, otros ciclistas que realizaban el mismo circuito ''pasaron por el lugar, vieron la piedra, consideraron que era un peligro, pero no la señalizaron ni hicieron advertencia alguna''.