ALEGA QUE LA VECINA SE OBSESIONÓ
Ha comenzado un juicio contra una joven pianista y contra sus padres, acusados de un delito de contaminación acústica y lesiones. Se enfrentan a una posible sentencia de siete años de prisión por perjudicar a una de sus vecinas.
La víctima ha declarado ante el juez que vivió un calvario porque el ruido de los ensayos era insoportable; llegó a sufrir ansiedad e insominio, a pedir la baja laboral y abandonar su casa durante siete meses. La pianista tocaba ocho horas al día, rutina que mantuvo de lunes a viernes durante cuatro años.
La pianista ha alegado que la vecina se obsesionó. Su familia asegura que la habitación estaba insonorizada, pero la Fiscalía afirma que la música de la entonces estudiante del instrumento superaba los decibelios permitidos. Ahora podría incluso quedar inhabilitada para tocar el piano durante cuatro años.