Caso Maje
María Jesús, Maje, 29 años, y Salvador, de 46, se han sentado en el banquillo separados varios metros y sin mirarse. Ella asegura ser inocente. Él afirma que ella le convenció para matar a su marido, con el que llevaba apenas un año casada. Los dos fueron amantes desde antes de la boda y hasta después del crimen en Patraix, Valencia.
El fiscal ha detallado que la mujer llegó a tener hasta cinco amantes. Mientras uno de ellos, Salva, asesinaba supuestamente a su marido, ella pasaba la noche con otro.
Maje es enfermera y su compañero de banquillo, también casado, era auxiliar de enfermería en la misma clínica. Según la acusación, mató al marido de ella de seis puñaladas en el garaje de su casa, al que accedió con las llaves que le habría dado la mujer. Ahora comparten cárcel, pero ya no hay relación entre ellos.
El relato del fiscal
Según el Ministerio Fiscal, la agresión, que tuvo lugar en el garaje justo cuando Antonio, el marido de Maje, se disponía a coger su coche para irse a trabajar, "fue a traición, completamente sorpresivo y no le dio la oportunidad a Antonio de defenderse". Según su relato, tras deshacerse del arma "en un pozo de una casa de Salva en Riba-roja, Maje y Salva se reunieron en casa de la hermana de ella para hablar del éxito del plan"
El fiscal ha calificado a Salva como una persona "no psicópata, no tiene adicciones, no conocía a Antonio, no tenía nada en contra él", trabajaba como auxiliar de enfermería en el mismo hospital que Maje, enfermera de profesión, y tiene una hija, por lo que ha lanzado al aire la pregunta de "cómo es posible que una persona así mate a otra en la forma en la que lo hizo".
Aquí es, según el fiscal, donde entra el "papel criminal" de ella, un asesinato que no habría existido sin su participación. Pero, mientras que para Salvador la relación era "única y exclusiva", y estaba total y perdidamente enamorado", para ella era "una más" y ha enumerado, además de otras relaciones antes de la boda: la de Tomás, a quien en junio le dijo que deseaba la muerte del marido; de José Antonio, con quien estuvo la noche de antes y quedó en el mismo momento en el que Salvador le contaba los detalles del crimen; de Manuel, otro compañero de hospital, y con Sergio, a quien conoció el 8 de septiembre, a los días del crimen.
El fiscal sostiene que el plan fue "muy inteligente" por el lugar e "imposible" de llevarse a cabo sin los detalles que le facilitó ella sobre la plaza de garaje, las llaves o las mentiras al marido sobre el cambio de turno. En esta línea, ha calificado de "escalofriante" el último mensaje a Antonio, diciéndole que había llegado al hospital y que esperaba que disfrutara "de la empanada que te he hecho".
Las acusaciones particulares
Las dos acusaciones particulares han presentado a la acusada como una mujer manipuladora, "su religión es la mentira", ha indicado el abogado de la familia de Antonio-- mientras que Salvador estaba "perdidamente enamorado", y que ambos idearon un plan conjunto para asesinar al marido, tras hacer creer ella a su amante que el matrimonio era "insostenible" y que sufría maltrato psicológico.
El abogado de la familia de Antonio sostiene que mientras que la víctima amaba "profundamente" a su mujer, él para ella era un "obstáculo" pero el divorcio no era el modo de conseguir de modo pleno todas sus pretensiones económicas ni estaba contemplado en las creencias religiosas de la familia de ella.
"Su religión es la mentira, puede llevar cuatro vidas paralelas y dar cuatro versiones distintas con los hombres con quienes mantenía relaciones sexuales" según su conveniencia, ha defendido el letrado de la familia de Antonio, quien ha indicado que Maje se casó "por ser el centro de la fiesta" y utilizaba a sus amantes y, a través "de la manipulación constante", llegó a convencer a Salvador del crimen tras haberlo intentado con otro. Esta acusación eleva a 25 años la petición de cárcel para ella y 20 para él..
Las defensas
Para la abogada defensora Salvador "ha sido siempre una marioneta en manos de la acusada" y en cambio la defensa de Maje asegura que fue Salvador quien propuso matar a su marido: "si bien pensó que estaba fantaseando y no le dio credibilidad".
Los dos fueron detenidos cinco meses después del crimen ocurrido en agosto de 2002.