Coronavirus
Los centros de salud están desbordados por el impacto de la sexta ola de coronavirus. Por ello, muchas enfermeras jubiladas como Teresa están acudiendo a ambulatorios a ayudar a sus compañeras.
El impacto de la variante ómicron del coronavirus ha desbordado los centros de salud, por eso, profesionales jubilados y estudiantes acuden a los ambulatorios como jubilados para ayudar en la lucha contra el virus.
Teresa acude al ambulatorio donde actúa como enfermera voluntaria desde hace medio año. Está jubilada, pero su vocación sigue intacta. "La que nace enfermera, muere enfermera", dice.
Por eso, cuando la atención primaria empezaba a desbordarse, sin pensárselo dos veces se puso de nuevo la bata para echar una mano en un centro de salud. Teresa explica que para ella esta labor le representa "muy poco esfuerzo y mucha satisfacción personal".
Allí, prepara las dosis de la vacuna contra la Covid-19 para que sus compañeras puedan vacunar con más rapidez y atender la avalancha de gestiones que tienen por delante. "Además de la vacunación, tenemos que asumir el resto de tareas y nos faltan manos y es una ayuda primordial", aseguran sus compañeras.
También ayudan estudiantes
No solo arriman el hombro profesionales jubilados, sino también estudiantes en formación. Lucía y Ana están en tercero de enfermería y ahora están pinchando dosis de refuerzo de la vacuna contra el coronavirus. Explican que "es un placer" ayudar cuando todo está tan congestionado.
Esta sexta ola ha vuelto a poner contra las cuerdas a los sanitarios, sobre todo en la atención primaria. "Es muy difícil, además en una situación donde los profesionales también enferman y hay menos profesionales para un trabajo que es muchísimo más del que teníamos antes", se quejan.
En tan solo un mes y medio, más de un millón de sanitarios se han contagiado en Cataluña, lo que supone la mitad de lo que había registrado en toda la pandemia. Por eso, toda ayuda es poca en la lucha contra el virus.