a pesar de que la Fiscalía haya pedido cinco años de prisión

Juana Rivas: "Mis hijos van a volver muy pronto y yo no voy a ir a la cárcel"

"Mi estrategia es proteger a mis hijos, no tengo otra; no soy abogado, soy madre, tienen que cambiar ciertas leyes o aplicarlas simplemente para ayudar a las personas que somos víctimas y que no pasemos a ser algo que no es", señala Juana Rivas.

"Mi estrategia es proteger a mis hijos hasta el final de mis días", ha enfatizado Juana Rivas, quien cree que no irá a la cárcel a pesar de que la Fiscalía ha pedido cinco años de prisión para ella por haber pasado un mes en paradero desconocido con los pequeños para no entregárselos al padre.

Petición que también incluye seis de inhabilitación especial para ejercer el derecho a la patria potestad y que ella considera "muy fuerte", porque le "faltan secuencias de la realidad", según ha dicho a los medios tras participar en un debate organizado por el Colegio de Procuradores de Madrid sobre los derechos del menor, violencia de género y delitos de odio.

"Mi estrategia es proteger a mis hijos, no tengo otra; no soy abogado, soy madre, tienen que cambiar ciertas leyes o aplicarlas simplemente para ayudar a las personas que somos víctimas y que no pasemos a ser algo que no es", ha añadido.

Su exmarido, el italiano Francesco Arcuri, condenado en 2009 por haberla lesionado, ha reclamado la misma pena por los mismos dos delitos de sustracción de menores, un hecho que Rivas afronta "con paciencia y con dolor a veces", aunque ha asegurado que es capaz de "sacar fuerzas con gente buena".

No obstante, ha dicho no sentir miedo a su "persona después de vivir con un maltratador, ni de los horarios de la cárcel ni de nada de eso". "A mí el miedo que me da es que mis hijos no puedan criarse con su madre", ha añadido. Preguntada por el procedimiento civil abierto en Italia para decidir sobre la custodia definitiva de sus hijos, de cuatro y once años, Juana Rivas ha respondido que "va a ser muy importante la pericia psicológica de los niños".

"Mis hijos van a volver muy pronto y yo no voy a ir a la cárcel", ha zanjado. La última vez que les vio fue el pasado 5 de enero en la isla de Carloforte, al sur de Cerdeña, donde viven con Arcuri, "solos y aislados"; mientras, mantiene "muy poquito contacto" porque su hijo mayor "tiene que pedir permiso" para hablar con ella "y nunca es buen momento". Durante su intervención en el debate, Juana Rivas ha repasado entre lágrimas su historia y espera "firmemente que se haga justicia".

"A pesar de esta terrible situación, quiero vivir en este país, en mi país, con mis hijos y que, cuando un día les pregunten, puedan decir que su sufrimiento y el de su madre sirvió para ayudar a otros", ha enfatizado. Su único objetivo es proteger a los pequeños "de un padre que les ha hecho y les sigue haciendo mucho daño", aunque ha lamentado haberse convertido en "un ejemplo de que, después de haber llamado a todas las puertas posibles", sus hijos "estén sufriendo" con su progenitor, mientras ella se enfrenta a pasar "seis años separada" de ellos.

La asistente legal de Juana Rivas, Francisca Granados, ha desgranado su caso, al que ha denominado el "paradigma de la confrontación entre el ser y el deber ser", y ha criticado que, 18 meses después de que presentara otra denuncia por maltrato contra Arcuri, "ningún juez ni español ni italiano haya entrado a valorar su condición de víctima de género".

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