Desciende la natalidad
La precariedad laboral, el alto coste de vida y la conciliación familiar son los principales obstáculos con los que se encuentran a la hora de decidir si quieren ser padres o madres. Querer y poder tienen que combinarse para que los jóvenes puedan decidir libremente si quieren tener hijos.
El descenso de la natalidad alcanza cifras históricas. Según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) en la última década ha descendido un 27,6%, y el último año ese descenso ha llegado a un 2,4% más que en 2022. Un descenso que fue en aumento incluso en tiempos de pandemia, cuando algunos expertos apuntaban a que en ese periodo remontaría el porcentaje de bebes.
En el primer semestre de 2023 hubo 155.629 nacimientos, es la cifra más baja que se conoce en la serie histórica del Instituto Nacional de Estadística. Son datos que confirman que la tendencia de caída de la natalidad se mantendrá a medio plazo.
Más de un 60% de los jóvenes no se plantean tener hijos a corto o medio plazo. La precariedad laboral, el alto coste de vida y la conciliación familiar son los principales obstáculos con los que se encuentran a la hora de decidir si quieren ser padres o madres.
Hablamos en Jacobo Blanco Fernández, decano del Colegio de Ciencia Política y Sociología en el Principado de Asturias para analizar a qué se debe ese descenso aparentemente imparable de la natalidad: "Estamos asistiendo a una caída de la natalidad a nivel global. Hemos pasado de una tasa de fecundidad de 1,4 hijos por mujer a 1,2 en este momento. Las mujeres tienen menos hijos de los que serían necesarios para mantener la población. Ya hay un 30% de mujeres que no quieren tener hijos. "La maternidad es una opción por primera vez en la historia".
Hay motivos de peso como para pensarse la maternidad y la paternidad, la realidad que vivimos no ayuda: "Tenemos un mercado laboral que impide asumir el coste de la crianza de los hijos, además los salarios de los jóvenes son bajos y muchas veces precarios, y son ellos quienes tienen que tener hijos. "También es importante confiar en el futuro y este escenario no se da ahora".
La inestabilidad laboral y la dificultad para comprar o alquilar una vivienda también influye, nos apunta el sociólogo: "La edad de emancipación en España está en los 33 años, y es a partir de entonces cuando la gente empieza a plantearse tener hijos". Además, alcanzar retos y objetivos profesionales también pesan al decidir convertirse en padres.
Este descenso de natalidad traerá consecuencias a largo plazo que afectará social y económicamente: "Tendremos una sociedad envejecida con muchos más viejos que jóvenes."
Pero ¿Qué medidas podríamos poner en marcha para que los jóvenes puedan elegir realmente si quieren ser padres o madres? "Necesitamos tener una mayor productividad y una mayor cantidad de empleos cualificados y bien remunerados", ha señalado el decano.