Mallorca
Se trata de la empleada de una compañía aérea. La reacción fue similar a la ingesta de veneno. Se encuentra en Cuidados Intensivos desde el lunes.
La empleada de una compañía aérea del aeropuerto de Palma de Mallorca tuvo que ingresar en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) del hospital tras ingerir un café de una máquina expendedora que contenía varios insectos en su interior.
La joven estaba con unos compañeros y compró un café de máquina, pero al dar los primeros sorbos comenzó a encontrarse mal y tuvo que ser atendida por los servicios de emergencia del aeropuerto, llegando a administrarle adrenalina, según confirman fuentes cercanas al caso a Antena 3 Noticias.
Los hechos fueron denunciados en la comisaría del aeropuerto, tal y como avanzó 'Última Hora'. La afectada se encuentra ingresada en la UCI desde el lunes, cuando ocurrió todo.
La reacción que experimentó la joven fue similar a la que produce la ingesta de veneno, provocando que su salud se "degradase rápidamente". La intoxicación sucedió el lunes por la mañana cuando la joven notó un sabor extraño y al remover el vaso con la cucharilla vio que había varios insectos en la bebida. Incluso llegó a sufrir un shock anafiláctico.
Las autoridades tratan de investigar que pudo ocurrir, analizar restos biológicos y cómo estaba la máquina, que según Aena, ha sido clausurada. Aena lamenta lo ocurrido y ha instado a Áreas, la empresa propietaria y operadora de la máquina, a que colabore con cualquier investigación de las autoridades competentes.
Consumir insectos puede conllevar una serie de riesgos ya que pueden contener sustancias antinutritivas y tóxicas. Según informes de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y otros estudios, los insectos pueden estar contaminados con bacterias patógenas. Sin embargo, el cocinado correcto puede eliminar, o al menos reducir sustancialmente, la presencia de microorganismos patógenos.
Asimismo, la presencia de contaminación química es uno de los mayores peligros asociados al consumo de insectos, principalmente de los de vida silvestre. Entre los compuestos detectados se encuentran algunos metales pesados como cadmio, plomo o cobre, entre otros, y pesticidas.
Según la Aesan, hasta ahora, los riesgos asociados con los virus transmitidos por los alimentos, como el virus de la hepatitis A, hepatitis E y norovirus, por consumir insectos comestibles son bajos. No obstante, los insectos pueden ser vectores potenciales de virus que infectan a los vertebrados.
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