Apuñalamiento de Chipiona
Los testigos de la muerte de Paco Naval corrieron peligro de ser atacados por el acusado. Agresor y víctima no tenían ninguna relación. El detenido, que ya ha ingresado en prisión, era poco conocido en la localidad gaditana.
Josué ha relatado a Antena 3 Noticias cómo se produjo la puñalada que le quitó la vida a Paco Naval, el jugador del Chipiona CF. Caminaba el sábado 1 de abril sobre las dos de la tarde por la avenida de Andalucía de Chipiona. Iba unos metros por delante de la víctima y es cuando se encuentra frente a frente con un joven armado: “Iba mirando al suelo, pensando en mis cosas, me lo iba a chocar, levanto la cabeza un segundo, le miro a la cara, me mira, cuando bajo la cabeza veo que lleva un cuchillo de unos 25, 30 centímetros de largo y unos 5 cm de hoja, bien armado, bien cogido y escuché el grito de quejo”.
Segundos después de que Josué se cruzarse con el acusado, se produjo la agresión mortal: “Me doy la vuelta y me encuentro al agresor con las manos abiertas, con la cara de loco, con el puñal en la mano derecha y con la otra mano haciendo el gesto de que viniera de que quería más, de que quería apuñalar a más gente”.
Entre sollozos, Josué interviene en el programa Espejo Público. A través del teléfono ofrece más datos lo que presenció: “Yo iba primero, no sé cómo no me la pegó a mí. Iba para él,” se refiere a la actitud decidida del agresor de agredir a Paco, porque tanto él como otra persona se cruzaron antes con el atacante.
“Se la llevo él”. Josué se refiere a la puñalada mortal. “No sé si era por la ropa, pero le gustó él”, continúa su relato intentando darle una explicación a la elección de la víctima por parte del supuesto asesino.
En el plató hacen referencia a que la víctima y el agresor no tenían ninguna relación. Josué explica que el atacante no es muy conocido en la localidad gaditana, pero que él conoce a varios familiares del ahora encarcelado, y que este testigo ha crecido en el mismo barrio. Josué, aunque tampoco conocía al fallecido Paco Naval, cuenta que se acercó al tanatorio el domingo para dar el pésame a la familia.
“Me crucé al chaval y pensé para mis adentros '¿dónde va ese chaval con ese cuchillo por medio de la calle?'. Fue terminar de pensarlo y escuchar los quejos de Paco”, sigue reviviendo los hechos en su intervención telefónica. “Fue girarme y ver a Paco moviéndose hacia atrás, retirándose del agresor gritando, y el agresor con las manos abiertas, la cara desencajada de que quería más”.
Los que presenciaron el apuñalamiento también corrieron peligro de ser atacados: “Dio como un paso para adelante, como para ir a por los demás. La chavala que había allí y las amigas de ellos, a las que se había parado para saludar, y yo salimos corriendo”. “¿Qué hago? ¿Me quedo allí para que me apuñale?”, se pregunta a sí mismo en voz alta con la voz entrecortada por el drama que presenció y que difícilmente podrá olvidar.