Romper Barreras
Sufre Distrofia Muscular de Duchenne, un desorden progresivo de los músculos que causa la pérdida de su función. “Mi discapacidad no me impide cumplir mi sueño”, asegura.
Se llama Jesús y tiene 21 años, aunque en redes sociales es conocido como jesusfrost79. En su cuenta de Instagram, donde cuenta con más de cien mil seguidores, este joven de Huelva comparte contenido deportivo, rompiendo así todas las barreras de su discapacidad. Sufre Distrofia Muscular de Duchenne (DMD), un desorden progresivo del músculo que causa la pérdida de su función. Pero esto es algo que no le afecta a la hora de ponerse delante de la cámara y de cumplir su sueño, como él mismo afirma en la descripción de su cuenta de Instagram.
Su aspecto físico, que le hace parecer mucho más joven de lo que es, ha sido objeto de comentarios y burlas. En alguna ocasión ha contestado a ellos aclarando su edad o explicando por qué tiene la mesa tan alta o la silla tan baja. Y es que necesita que sea así para poder llegar al suelo y poder moverse. O la mesa tan alta para tener más fuerza a la hora de coger el ratón o teclear. “Es verdad que a los que tenemos discapacidad normalmente nos juzgan”, mantiene Jesús al explicar los prejuicios que existen cuando quien se pone ante una cámara y habla ante miles de personas es alguien con una diversidad funcional.
Pero no todo es malo en internet y en el mundo de las redes sociales. Este joven 'streamer' recibe también diariamente multitud de mensajes de apoyo y reconocimiento a cómo con sus vídeos y su actitud sirve de inspiración a otras personas para luchar por aquello que quieren y no ponerse barreras a sí mismos.
Jesús asegura que va a seguir creando contenido en redes sociales, labor que compagina con sus estudios de Comunicación en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). En el horizonte tiene una meta, dedicarse en el futuro al periodismo deportivo.
Y es que el fútbol es una de sus grandes pasiones y una parte importante en su vida desde muy pequeño. Desde hace unos años, debido a su enfermedad, no puede andar, pero recuerda jugar de pequeño a la pelota. Seguidor del Recre, equipo de su ciudad, tiene el carnet desde los nueve meses. Pero al estadio su familia le llevó por primera vez mucho antes, con tan sólo unos días. Una pasión que le viene de sus abuelos, que dura desde entonces y que ha convertido en su forma de vivir.
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