Galicia
Desde la Guardia Civil han confirmado que los perros han sido identificados.
Un menor de edad fue atacado por una jauría de perros el pasado domingo cuando paseaba por una urbanización de la localidad de Pereiro de Aguiar, en Ourense. Las autoridades han abierto una investigación tras la denuncia de la madre. El menor estaba paseando a su perro cuando todo ocurrió.
El joven de 16 años estaba en un parque cerca de la urbanización de Tapada de Bouzas porque sabía que había batida de caza en los montes cercanos, tal y como avanza Europa Press. El joven y su perra fueron atacados por los perros de los cazadores, que llegaron corriendo y se dirigieron hacia ellos. Quiso levantar a su perro para evitar el ataque, sin éxito.
La jauría de perros de caza mordió al menor en una mano. La mascota del joven sufre un neumotórax y rotura de varias costillas. El perro fue atendido en la clínica veterinaria y el menor trasladado al centro médico Cosaga para curarlo. La madre del menor atacado por la jauría ha presentado este martes una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil de Esgos y los agentes han iniciado la investigación.
Desde la Guardia Civil han confirmado que los perros han sido identificados. La investigación está abierta y los propietarios de los perros podrían ser imputados por un delito de lesiones por imprudencia. En este sentido, el pasado mes de enero, otra jauría de perros acabó con la vida de una yegua en una finca próxima.
Hace unos días un bebé recién nacido fue encontrado muerto tres ser devorado por perros callejeros en el municipio de Atoyatempan, Puebla (México). El cuerpo sin vida del pequeño fue hallado por los vecinos de la zona, cerca de la capilla del barrio de la Virgen.
Según los primeros reportes, los habitantes del municipio se percataron de que algo iba mal al observar a varios perros comportarse de forma agresiva, tirando de lo que inicialmente pensaron que era un animal. Sin embargo, al acercarse descubrieron que los animales estaban devorando el cuerpo sin vida de un recién nacido.
Tras el hallazgo, los vecinos intentaron ahuyentar a los perros y de inmediato dieron aviso a los servicios de emergencia. Al lugar se trasladaron agentes de la Policía y paramédicos, quienes confirmaron la muerte del bebé. Según los reportes, el cuerpo del pequeño ya no contaba con sus extremidades, que habían sido arrancadas por los perros antes de que los vecinos se dieran cuenta de lo que ocurría.
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