Canarias
Ambos están acusados de un supuesto delito de falsedad documental.
Un joven canario de 23 años está acusado de hacerse pasar por su padre, de 52, en un examen teórico para la obtención del permiso de conducir. Lo que podría ser una buena acción de un hijo para ayudar a su padre ha sobrepasado los límites legales y ahora ambos están siendo investigados por la Guardia Civil y la Jefatura de Tráfico de Las Palmas. Se les acusa de un supuesto delito de falsedad documental.
Los hechos ocurrieron el pasado 22 de junio, día en el que se llevó a cabo el desarrollo de una prueba teórica de conocimientos para la obtención del permiso de conducción de la clase B. Las personas responsables de la supervisión del examen comenzaron a sospechar de que uno de los aspirantes podría estar suplantado la identidad de otra persona, ya que mostraba un elevado estado de nerviosismo. Además, sus rasgos físicos parecían no coincidir con las del alumno convocado.
Se informó de estos indicios al Grupo de Investigación y Análisis del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Tráfico de Las Palmas (G.I.A.T.), que inmediatamente realizó las pesquisas oportunas que llevaron a identificar en las inmediaciones del aula a una persona que correspondía con la que solicitó realmente la realización de la prueba teórica, comprobando que esta no se correspondía con la que realmente había realizado el examen.
La Guardia Civil comprobó los documentos identificativos de la persona que se había presentado a la prueba teórica, lo que permitió confirmar que ambos eran padre e hijo. Por todo ello, y como resultado de estas actuaciones, se procedió a investigarlos como supuestos autores de un delito de falsedad documental, entregándose las diligencias instruidas en el juzgado de guardia de Las Palmas de Gran Canaria.
[[H3:Delito de falsedad documental]
La normativa aplicable a este delito es el artículo 391 del Código Penal, que condena la 'falsificación de documentos oficiales cometida por particulares'. Este tipo de actuación delictiva puede conllevar penas de prisión de seis meses a tres años y multa de seis a doce meses.
Esta actuación se ha llevado a cabo en el marco del auxilio y colaboración que presta la Agrupación de Tráfico a la Jefatura Central de Tráfico y sus órganos periféricos para la prevención, persecución y denuncia de actividades que supongan en sí mismas un riesgo para la seguridad vial, por lo que padre e hijo seguirán siendo investigados.