Levanta la cabeza
Los niños ya no solo piden juguetes, ahora también los venden. Cada vez hay más aplicaciones para niños y adolescentes en el que los niños pueden llegar a convertirse en 'mini influencers'. Utilizan el móvil para ver los vídeos de sus 'youtubers' y 'gamers' favoritos.
Así, los menores se sumergen en un mundo paralelo en el que creen que todos los días son el día de Reyes.
"No es la realidad. Es un producto, una ficción y tienen que entenderlo así", asegura Ricardo Vizcaíno-Laorga, profesor de Comunicación en la Universidad Rey Juan Carlos.
La publicidad en los medios tradicionales regula los horarios, los precios y los protagonistas. Sin embargo, en Internet estas prácticas no están reguladas. Muchos expertos consideran que se trata de publicidad encubierta.
Además, esta práctica supone una fuente de ingresos para los padres que debe regularse. "Existe un código de autoregulación, impulsado por la propia industria juguetera española, que debe actualizarse", señala Vizcaíno-Laorga.
La mejor solución es que los niños sigan disfrutando de Internet, pero con los padres. Ellos son los que deben explicarles qué es lo que realmente están viendo.