Avión patera
El piloto decidió aterrizar en Barcelona cuando dos pasajeros con signos de embriaguez empezaron a pegarse durante un vuelo Casablanca-Estambul. Al ser detenidos, otra parte del pasaje intentó abandonar el avión.
La Guardia Civil tuvo que intervenir en un motín dentro de un avión desviado al aeropuerto del Prat, cuando varios de sus pasajeros intentaron escapar de la aeronave. El incidente ocurrió en la madrugada del sábado al domingo y trece personas de nacionalidad marroquí fueron detenidas. Todo empezó con una pelea a bordo.
El avión de la compañía Pegasus Airlines cubría la ruta Casablanca-Estambul con unas 250 personas. En pleno vuelo dos pasajeros con signos de embriaguez se enzarzaron en una pelea. El comandante decidió en ese momento desviarse de su ruta y solicitó aterrizar en el aeropuerto del Prat.
El aparato tomó tierra en torno a las 4 de la madrugada. Los agentes se personaron a pie de pista en la T2 y, tras identificar a los dos hombres, se los llevaron del avión. Ambos estaban muy nerviosos y tuvieron que ser atendidos en una ambulancia. Pero en ese momento, otra parte del pasaje se amotinó intentando abandonar la aeronave.
Cierre de puertas
Unas 20 personas se levantaron de sus asientos gritando, muy exaltadas, y tratando de salir del avión. Los agentes, que en ese momento estaban en la puerta, tuvieron que cerrarla para impedir su salida. El piloto se negó entonces a retomar el viaje con esos pasajeros conflictivos a bordo.
Pasados unos 30 minutos, las fuerzas de seguridad decidieron sacar uno a uno a todos los causantes de los disturbios, en total once personas más, jóvenes y de nacionalidad marroquí. Todos ellos, junto a los otros dos pasajeros protagonistas de la pelea, fueron trasladados para iniciar los trámites necesarios para el retorno a su país.
El antecedente de Mallorca
En aquella ocasión sí que consiguieron bajarse del avión en una huida masiva. Ocurrió el 5 de noviembre del año pasado. El aparato de la compañía Airbus Arabia cubría la misma ruta, Casablanca-Estambul, y tuvo que aterrizar en Palma por un supuesto coma diabético de un pasajero. Una vez en tierra, y después de momentos de mucha tensión y empujones a miembros de la tripulación, una veintena de jóvenes de origen marroquí salieron corriendo por las pistas del aeropuerto de Son Sant Joan.
El mes pasado la jueza procesó por sedición a los 21 migrantes detenidos en ese 'avión patera'. Considera que existen suficientes indicios de que el aterrizaje de emergencia en Palma fue un plan preconcebido para entrar ilegalmente en España.