TIENEN ANTECEDENTES PENALES
Estuvieron un minuto y cincuenta y ocho segundos en el banco. Suficientes para intentar el atraco y acabar disparando a una de las empleadas de la sucursal.
La muerte de la joven Estela Calduch en Cambrils el pasado lunes convirtió a un sospechoso de ladrón a asesino. Es ahora mismo el criminal más buscado de España.
Su caracterización de pelucas, bigote y barba de poco les ha servido. Las imágenes captadas por la cámara de seguridad del Santander facilitaron su identificación a los expertos, que han podido averiguar que los dos tenían antecedentes penales y eran sospechosos de una veintena de atracos. Al menos cinco, en el País Vasco.
Todo apunta a que el más robusto y alto de los dos es el cabecilla. Sus compinches parecen alternarse en los distintos golpes.
La última imagen de ellos fue captada en Cambrils. En ella aparece uno de los sospechosos junto a la mujer a la que usaron como rehén para que los empleados del banco les abrieran las puertas. Comenzó entonces una huida que ha activado un dispositivo de búsqueda a nivel nacional.