Ucrania
Son muchos los ucranianos residentes en España que están pendientes del conflicto en Ucrania, viven con inquietud una situación que cada día parece más cerca de estallar.
El conflicto de Ucrania y Rusia está cada vez más cerca de explotar, desde Estados Unidos ya han puesto fecha para la posible invasión de Rusia. Ucrania se encuentra en alerta y conforme pasan las horas, aumenta la presencia militar rusa en sus fronteras. Muchos de los ciudadanos del país preparan maletas de emergencia por si estalla la guerra. Las negociaciones diplomáticas siguen siendo la gran esperanza para evitar la guerra.
Muchos de los 112.000 ucranianos residentes en España viven con inquietud por el posible estallido de la guerra. La mayoría viven en Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana. Muchos se encuentran en contacto permanente con sus familiares y allegados. Varios de los residentes ucranianos han atendido a Antena 3 Noticias para hablar sobre esta situación.
Nico es un joven ucraniano que no se despega del teléfono durante estos días. Desde Madrid está pendiente de las noticias que llegan desde su país. "Llamo constantemente cada día, sobre dos veces al día, sobre todo porque mi hijo vive en la capital", afirma.
Inquietud ante un estallido que parece cada vez más cercano
Como Nico, muchos ucranianos residentes en España tienen en Ucrania a su familia y su situación no es nada fácil. "Viven como si fuera un barril que fuera a explotar de un día para otro", apunta otro de los residentes en España. Y eso es lo que verdaderamente les preocupa, sobre todo a quienes viven cerca de la frontera, donde se han desplegado las tropas rusas ante una posible e inminente invasión.
"La gente sale para protegerse y cavar trincheras frente invasores rusos", comenta otro hombre que dice que están preparados para todo. Muchos asumen el estallido de una guerra y en caso de invasión militar muchos son conscientes que personas de su entorno más cercano acudirán al frente para defender a su país.
En el caso de Miraslova, uno de sus hijos es militar y le dice: "Mira mamá, si hay que ir, me iré". Miraslova sufre solo con pensar esta situación. La inquietud y el temor a una guerra aumenta conforme discurren los días.