La industria de la música grabada ingresó 354 millones de euros en 2020, un 4,4% más que en el año anterior, y lo hizo pese a la pandemia del coronavirus, según se refleja en el informe publicado este martes por la Federación Fonográfica Internacional (IFPI).

Este incremento con respecto a 2019 podría haber sido superior de no ser por la caída en sectores como la recaudación por derechos de gestión colectiva, que se hundió un 27% a causa del cierre de bares, restaurantes y otros espacios públicos que pagan por utilizar música, explican desde Promusicae, la principal asociación de productores en España.

El sector se ha enfrentado este año no solo al cierre de la hostelería, también al cierre de tiendas, a la paralización de la venta de soportes físicos y, paradójicamente, a la caída del consumo en streaming durante los primeros meses de la pandemia.

Caída inesperada del streaming

"Contra todo pronóstico, el consumo de música en streaming, una tecnología que no se vio afectada por las limitaciones impuestas por la crisis de la COVID y que seguía disponible, cayó durante las semanas de confinamiento más duro", apuntan en Promusicae.

"Este hecho frenó las previsiones optimistas de crecimiento a principio de año, después de haber encadenado varios ejercicios de incremento del consumo", añaden.

Con el asentamiento de la "nueva normalidad" el streaming se recuperó, aunque a un ritmo menor al previsto, subiendo finalmente un 24,4% (frente al 32% del año anterior) y generando 250,8 millones de euros, una cifra que supone por sí sola el 96,8% del total del mercado digital.

Una proyección de 400 millones truncada

Mientras, las ventas ventas en formato físico acumularon una caída del 24,5%, explica Promusicae, desde donde señalan que, de no haber sido por la pandemia, los ingresos habrían superado los 400 millones de euros.

"La proyección para este 2020 pronosticaba un porcentaje de crecimiento del 22,5% que finalmente se vio truncado por la llegada de la pandemia".