FUE ABANDONADO EN UNA IGLESIA
El hombre vio una bolsa de plástico y pensó que dentro había ropa de vestir. Al ver lo que contenía, comprobó que dentro había algo que le pareció un muñeco. Lo llevó al vigilante de seguridad de la estación de tren próxima y ambos vieron que era un recién nacido.
El niño, de cinco días de vida, tenía ropa y estaba arropado con una bata. Se encontraba en buen estado. No estaba muy frío y pronto comenzó a mover los brazos y a hacer pucheros.
La ertzaintza encontró a la madre, una mujer extranjera y sin recursos. Se le imputa un delito de abandono de menores. El niño está ingresado en un hospital donostiarra.