BALEARES | NO SE LE REALIZARON MÁS PRUEBAS
El Tribunal Superior de Justicia de Baleares ha condenado al Servicio de Salud de Baleares y su aseguradora a indemnizar con 64.418 euros a la familia de un hombre que recibió un diagnóstico tardío de cáncer de pulmón y murió, al considerar que no se agotaron las pruebas médicas diagnósticas.
La sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJIB ha estimado parcialmente el recurso interpuesto por la familia de este hombre que falleció el 6 de marzo de 2010, cuando tenía 49 años, y ha condenado a la Administración y su compañía de seguros a indemnizar con 40.685 euros a la viuda, 16.952 a su hija menor y con 6.780 euros a sus padres.
La familia presentó la demanda por considerar que el hombre había sido víctima de mala praxis médica en la atención que recibió en el Área de Salud de Ibiza y Formentera entre junio de 2004 y marzo de 2010. Acusaban a la administración sanitaria de falta de un diagnóstico certero que le permitiera acceder aun tratamiento curativo o paliativo.
Reclamaban 116.244 para la viuda, además de otra de 48.435 para su hija y de 9.687 para los padres del fallecido. El tribunal rechaza que sea un caso de mala praxis médica pero lo considera "un diagnóstico equivocado por no haberse agotado las posibilidades diagnósticas", con la consiguiente pérdida de oportunidad ya que cree que el hombre podría haber recibido tratamientos paliativos, y reduce la indemnización reclamada en un 65%.
Según los demandantes, entre diciembre de 2005 y mayo de 2007, el hombre acudió tres veces al médico de Atención Primaria de Formentera por dolor en el costado derecho que fue diagnosticado como "episodio genérico", con "tabaquismo y ronco difusos".
A partir de enero de 2009 experimentó molestias respiratorias y dolor en el omoplato derecho, se le diagnóstico cervicobraquialgia, fue derivado al traumatólogo y fisioterapeuta y sometido a rehabilitación, pero no se le realizaron otras pruebas médicas. A finales de diciembre de 2009 se le diagnosticó derrame pleural en el Hospital de Formentera y más pruebas evidenciaron que sufría cáncer de pulmón muy avanzado, con metástasis y sin posibilidad de operar. Murió dos meses después.