EL DÍA DESPUÉS DEL TERREMOTO
El cansancio, tras permanecer veinticuatro horas en un campamento improvisado, y la incertidumbre acerca de la fecha de vuelta a casa se suman al miedo que sienten los miles de vecinos de Lorca que todavía no han podido volver a sus viviendas, tras los terremotos de ayer. Miles de vecinos siguen a la espera, en alguna de las cinco áreas habilitadas para los evacuados, de conocer si podrán volver a sus viviendas ante los graves daños causados por los dos seísmos, que alcanzaron 4,4 y 5,1 grados de magnitud en la escala de Richter y provocaron nueve muertos.
Cansados y con la incertidumbre en el cuerpo, la gran mayoría expresa todavía su temor a una nueva réplica que pueda poner en riesgo sus vidas o empeore el estado de sus viviendas. Un joven ecuatoriano, Serafín Salazar ha asegurado que él y su familia pasaron anoche mucho miedo y tuvieron "ganas de no dormir", lo que les ha provocado un gran cansancio. Su compatriota Lidia Llepes ha asegurado sentirse "cansada de la mala noche, con hambre y con miedo", a la vez que ha expresado su deseo de que "no haya otro susto y que no pase nada malo". Muchos de los que permanecen en una de estas áreas de asistencia, la del Huerto de la Rueda, rememoran con pavor lo ocurrido ayer.
"Vi caer los cascotes y la gente pisando a los heridos", ha relatado la lorquina María Jiménez, quien también se ha lamentado de la "incertidumbre" de no saber cuándo podrá volver a su piso. Su amiga Josefa Olivenza ha explicado que la tuvieron que "pinchar" por una crisis de ansiedad. "Fue una cosa increíble, no se puede contar más", ha dicho esta vecina de Lorca, que ha deseado que no le "pille" otra situación igual. Otro que ha aludido a la incertidumbre y al cansancio ha sido el lorquino Miguel Arenas, quien ha indicado que ha pasado "mucho frío", tiene hambre y sigue "sin saber" si puede "volver a casa o va a haber otro terremoto".