Incendio
Las llamas avanzan por tres frentes y varios puntos calientes se han reavivado en Vall d´Ebo. Madrid, Málaga y Huesca ya dan por controlados sus incendios, mientras el de Castellón sigue empeorando.
España sigue siendo consumida por el fuego en varios puntos del país, con algunos de ellos fuera de control. Madrid, que había registrado un incendio en un taller de Chamberí, ya ha conseguido controlarlo rápidamente. En Málaga, un incendio forestal declarado en Estepona ha sido sofocado este miércoles, sin que se hayan registrado fallecidos ni heridos. Por otro lado, las autoridades de Huesca también han dado por controlado el incendio que había allí.
Por otra parte, el incendio en Añón de Moncayo está cerca de estabilizarse por completo. El fuego que peores previsiones está dando es el registrado en Bejís (Castellón), del cual tuvieron incluso que huir los bomberos, y que obligó a los pasajeros huir en un tren. Los bomberos de la zona han solicitado ayuda para poder sofocar las llamas, dado que los efectivos disponibles actualmente no bastan para conseguir controlarlos.
El incendio en Vall d'Ebo, Alicante, ha arrasado ya con más de 11.500 hectáreas. Estas llamas siguen sin control y avanzan por tres frentes distintos. El fuego es uno de los incendios activos más preocupantes en España ahora mismo, siendo el peor de la Comunidad Valenciana en años. Además, la Unidad Militar de Emergencia ya ha sido movilizada hacia allí.
Las llamas, que se extienden sin control, están arrasando una zona de gran valor ecológico. El incendio se ha elevado a nivel 2 de peligrosidad ya se encuentra cada vez más cercano a las viviendas de los municipios de Margarida y Pego. La carretera que une estas dos localidades ha tenido que ser cortada. Los equipos de extinción han trabajado durante toda la noche para intentar sofocar las llamas que están devastando el paraje de Vall d'Ebo.
Ya son 2.000 los vecinos desalojados de doce municipios a causa de este incendio. El pensamiento es mayoritario: "no podemos estar así más, necesitamos volver a nuestras casas". Tras tres días de intensas llamas, los afectados aseguran haber visto muchos incendios pero ninguno "a la altura de este", que les ha obligado a abandonar sus casas.
Este fuego ya abarca más de 80 kilómetros de perímetro y los animales escapan como pueden del terrero, ya que la superficie no afectada por las llamas es cada vez menor. Con más de 11.500 hectáreas quemadas, la UME se ha movilizado y 140 efectivos del Ejército se encuentran trabajando en la zona.
Las altas temperaturas, el desnivel del suelo y las fuertes rachas de viento de hasta 50 kilómetros por hora son los tres principales problemas a los que se enfrentan los efectivos en su lucha contra el fuego de Vall d'Ebo. Este fuego sigue completamente fuera de control y los efectivos esperan a que las lluvias previstas para las próximas horas consigan mejorar la situación y facilitar las labores de extinción.
La UME, entre llamas
Las llamas en Vall d'Ebo queman todo el matorral e incluso invaden la carretera por donde la UME se encuentra trabajando. Uno de los camiones de la Unidad Militar de Emergencia pasa por la carretera con gran dificultad, limpiando los parabrisas mientras el calor y las llamas se notan muy cerca.
Los efectivos de la UME se ven envueltos en las llamas, completamente rodeados. Finalmente, consiguen atravesar la carretera invadida por el fuego sin necesidad de recurrir a la reserva de autoprotección de agua que les aislaría del fuego.
La UME continúa sacando agua de donde puede con una autobomba, incluso de las piscinas. Bomberos forestales y efectivos de la Unidad Militar de Emergencia se enfrentan a los tres frentes que envuelven Vall d'Ebo. Con pala en mano, los brigadistas tratan de frenar el avance del fuego que, de momento, sigue completamente descontrolado. Durante estos tres días, las llamas han sido avivadas a causa de vientos erráticos.
A causa del gran peligro que se sigue viviendo en Vall d'Ebo, Alicante, se ha hecho un llamamiento a todo el personal que se encuentre de vacaciones para que ayude, en medida de lo posible, a sofocar este fuego.