En aguas del Mediterráneo
La embarcación, de 59 metros de eslora y 9 metros de manga, fue abordada por dos patrulleras a 13 millas náuticas de la Isla de Alborán, y sus cuatro tripulantes fueron arrestados. La organización criminal utilizaba la denominada ‘ruta del Mediterráneo Oriental’, en la cual se vienen produciendo importantes incautaciones de hachís en los últimos meses.
En el curso de distintas investigaciones relacionadas con tráfico y contrabando de estupefacientes se tuvo conocimiento de la adquisición en Rotterdam (Holanda) de un buque mercante por parte de una organización criminal que pretendía trasladar un importante alijo de estupefacientes por el Mar Mediterráneo.
Las actuaciones realizadas por Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y Policía Nacional, coordinadas por el Centro de Inteligencia Contra el Crimen Organizado permitieron identificar el mercante y localizarlo a mediados del mes de agosto pasado en aguas próximas al Reino de Marruecos. De las indagaciones y de las vigilancias policiales realizadas sobre la embarcación se pudo deducir que en esas fechas ya había recibido la carga de la droga prevista para su introducción en el continente europeo.
Tras obtener la autorización de las autoridades de Tanzania, país de bandera del mercante, y del juzgado que investiga la causa, el buque se abordó el pasado día 2, a 13 millas náuticas al norte de la Isla de Alborán. Inicialmente, los funcionarios de Policía Nacional y de Vigilancia Aduanera que realizaron el abordaje no hallaron drogas, pero sí indicios que confirmaban las sospechas de que la embarcación podría ser utilizada para transportar sustancias estupefacientes. Esta situación motivó el traslado del buque hasta el Puerto de Cartagena para efectuar la entrada y registro de la embarcación en presencia de la preceptiva comisión judicial.
A última hora del pasado miércoles, los funcionarios de Aduanas y agentes de la Policía que participaban en el registro encontraron ocultos bajo metros de cadenas en el depósito del ancla del buque diez paquetes que contenían cerca de media tonelada de cocaína. Cada uno de los fardos llevaba un chaleco salvavidas, cinta reflectante y estaban mojados, lo que indicaría que fueron fondeados por otro barco hasta su recogida por la embarcación interceptada.
Los cuatro tripulantes del mercante, todos nacionales de Turquía, fueron detenidos por su presunta participación en organización criminal y tráfico ilícito de drogas.