Volcán La Palma
Después de que el cono principal del Cumbre Vieja se desbordase el jueves por la noche, la lava descendió por la ladera a gran velocidad y en una enorme cantidad, con una violencia inusitada, dando lugar a una de las secuencias más impactantes desde el inicio de la erupción
Después de que el cono principal del volcán Cumbre Vieja de La Palma, se desbordase ayer jueves por la noche, la lava inició una carrera frenética ladera abajo que recordaba -por la cantidad de magma y la velocidad a la que se movía- a los rápidos de un río.
Este 'tsunami de lava' vuelve a poner de manifiesto que el fin de la erupción no está cerca y que el volcán de La Palma está en plena fase madura. Algo que también se corrobora atendiendo a la actividad sísmica de la zona, los gases que expulsa el volcán, y el abombamiento del terreno. En algunos momentos ha llegado a alcanzar los 250 metros por hora.
Evacacuaciones ante la llegada de más lava
Mientras, la la lava de la colada norte sigue avanzando, lo que ayer motivó el desalojo de otros 300 vecinos del barrio de La Laguna, en Los Llanos de Ariadne.
Bajo tierra, a profundidades de más de diez kilómetros, se mantiene la sismicidad, que ha aumentado en intensidad hasta alcanzarse el máximo registrado en esta crisis volcánica, 4,5 de magnitud, un terremoto sentido en toda la isla a pesar de que estaba localizado a 37 kilómetros de la superficie.
La lava del volcán de La Palma, que ha arrasado un millar de edificaciones, ocupa 700 hectáreas y la anchura máxima de las coladas es de 1.770 metros.
Dos coladas principales
En este punto, los expertos del Plan de emergencias volcánica de Canarias distinguen dos coladas principales. Una de ellas, llamada la primigenia, bastante ralentizada, tiene tres brazos, dos de ellos por el sur de la montaña de Todoque y uno por el norte, que ha abortado su llegada al mar.
De los brazos del sur, uno es el que ha formado un delta lávico y ha ganado terreno al mar y el otro el que se ha desviado por el Charco, que tampoco ha alcanzado la costa.