YA PIENSA EN SU PRÓXIMO RETO
Pedro se marcó un desafío mágico y peligroso que ha logrado. Se trataba de recorrer los 500 metros de un acueducto navarro, a más de 20 metros de altura, encadenado a grilletes, cadenas y candados y lo más llamativo completamente a ciegas.
Con paso firme, Pedro, el ilusionista navarro protagonista de este reto se subió al acueducto y tan sólo con unos centímetros de margen comenzó a recorrerlo con los ojos totalmente tapados. Durante esta trayectoria hubo algún que otro susto ya que también el viento quiso sumarse a este desafío. Para lograrlo, el mago ha trabajado a nivel mental y tras pisar tierra firme se ha mostrado feliz.