Fiestas ilegales
Ibiza contrata a detectives para que se infiltren en fiestas ilegales y dar el chivatazo a los agentes para que intervengan.
Cada año miles y miles de turistas visitan Ibiza con el objetivo de disfrutar de sus playas, su gastronomía, su tiempo, pero sobre todo, de sus fiestas. Sin embargo, en época de pandemia la consejería balear ha tomado cartas en el asunto para evitar que se produzcan este tipo de fiestas ilegales.
Por ello, han decidido contratar espías que se hacen pasar por turistas para infiltrarse y, posteriormente reportar a la policía fiestas ilegales. Las autoridades de la isla han alegado que los infiltrados son necesarios para permitirle a la policía prevenir las concentraciones sociales grandes, que están prohibidas debido a la pandemia.
El concejo municipal de Eivissa, la ciudad más grande de Ibiza, ha contratado a jóvenes de entre 30 y 40 años para infiltrarse en las fiestas ilegales a cambio de un sueldo.
Son muchos los jóvenes residentes y turistas que cada día tratan de sortear la prohibición de no celebrar fiestas, y han trasladado esta actividad a viviendas en suelo rústico, donde la policía no puede acceder por la inviolabilidad del domicilio, por lo que la labor de estos infiltrados es contribuir con la policía, para detectar fiestas ilegales donde no se cumplen las medidas sanitarias por el coronavirus.
El el presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, ha vuelto a pedir al Govern modificaciones legislativas que den herramientas a los ayuntamientos para frenar las fiestas ilegales. Asimismo, el presidente ha explicado que los botellones o fiestas ilegales, en el 90% de los casos, tienen lugar en viviendas privadas y no turísticas.