Biocombustible
Se trata del primer aeropuerto del sur de Europa que comenzará a usar este biocombustible. Según los expertos, los huesos de aceituna reducirán en un 90% las emisiones.
¿Se imaginan que los vuelos de todo el mundo utilizasen huesos de aceituna como combustible? Hace 30 años sería algo impensable. Ahora, con el avance de la tecnología, es una realidad.
En un momento en el que el precio de los carburantes marca máximos, con motivo de la guerra en Ucrania, el Aeropuerto de Sevilla ha anunciado su apuesta por los biocombustibles. A partir de la próxima semana, los vuelos cuya recarga sea realizada por Cepsa viajarán con esta nueva forma de 'combustible verde'.
Será el primer aeropuerto del sur de Europa en hacerlo y, según explican los expertos, no es casualidad. Andalucía cuenta con una gran materia prima como es el hueso de la aceituna, lo que permite un mejor desarrollo de este proyecto que ahora funciona como 'prueba piloto' pero que pretende implantarse en los próximos 30 años.
"Tenemos acceso a precios de energías renovables muy competitivos y a materias primas como el hueso de la aceituna que se ha utilizado para este proyecto en concreto y acceso a nuestros centros industriales como la planta de Huelva donde se ha fabricado", explica a 'Antena 3 Noticias' Carlos Barrasa, director comercial de Cepsa.
Los expertos aseguran que este biocombustible podría usarse en cualquier avión sin necesidad de hacer cambios en los motores, por lo que su implantación sería muy accesible.
"No hace falta hacer ningún cambio en los motores actuales ni en los sistemas de suministro de los aeropuertos ni en las aeronaves. Es posible", subraya el actual presidente de la 'Asociación Líneas Aéreas'.
Mediante un comunicado, Cepsa ha anunciado "un acuerdo con las aerolíneas a las que sirve el combustible en Sevilla para cubrir el sobrecoste que supone actualmente la utilización de los contenidos sostenibles de aviación". Iberia, Iberia Express, Air Nostrum, Vueling y Binter se han unido a esta propuesta con la que se prevé reducir las emisiones de CO2.
El uso de este biocombustible, explican, es suficiente para cubrir hasta 400.000 kilómetros de un Airbus mediano. Es decir, con él podrían realizarse más de 150 vuelos desde Sevilla con destino a Canarias o a Londres.
Reduce un 90% las emisiones
Tal y como explica Europa, este tipo de combustible reduce notablemente las emisiones: concretamente, un 90% (lo que se traduce en 200 toneladas de CO2, lo equivalente a 2.500 árboles). Pero, ¿cómo se produce? ¿Hay empresas dedicadas exclusivamente a su fabricación?
Sí. Hay instalaciones que se centran en transformar ese hueso de la mesa en combustible para los aviones. Uno de ellos es el de 'La Rábida', en Huelva. Allí ya se han comenzado a producir biocombustibles avanzados para poner en marcha esta iniciativa, con la que Cepsa prevé ser el productor líder.
"Nosotros recibimos en nuestras instalaciones el aceite o residuo vegetal ya tratado previamente y gracias a un catalizador de última generación conseguimos ese producto, que es el biocombustible avanzado", detalla una ingeniera de la compañía, Carmen García.
El objetivo marcado por Europa es que en 2030 un 5% de los aviones vuelen con este tipo de combustible y en 2050 se logre sobrepasar la barrera del 60%.