Cambio de hora
José Antonio Gismera España es el relojero de Patrimonio Nacional. De él dependen los 230 relojes del Palacio Real, todos piezas únicas con siglos de historia a los que hay que cambiar la hora a mano con el cambio de hora del otoño. Lleva 33 años haciéndolo dos veces al año.
Como cada último fin de semana de octubre, toca cambiar la hora al reloj. Y no es tarea fácil hacerlo dos veces al año si tienes que hacerlo en muchos dispositivos y relojes, con el equinoccio de otoño y con el de primavera. José Antonio Gismera es responsable, además de cambiar la hora de 230 relojes del Palacio Real, de hacerlo de otros relojes considerados joyas patrimoniales de algunos conventos y edificios de Patrimonio Nacional de Madrid. Eso hace que a lo largo de sus 33 años de trabajo en Patrimonio Nacional haya cambiado cerca de 10.000 veces la hora con sus propias manos. Eso le convertiría probablemente en el hombre que más veces ha cambiado la hora a mano de España.
Esto se debe a que no hay otra forma de hacerlo en esta colección única de relojes reales. Porque nunca fueron construidos con la idea de cambiarlos todos los años de hora. Eso de hacerlo para ahorrar energía, de hecho, es una idea que se tomó internacionalmente en el siglo XX y estos relojes tienen 200, 300 y hasta 400 años de historia.
Así que a José Antonio Gimera España no le queda otra que hacerlo con toda la delicadeza y oficio que posee porque cada reloj que maneja es único en el mundo. Los hay con forma de todo tipo de esculturas: Apolo y su carro, jarrones con autómatas, elefantes a los que se les da cuerda con llaves especiales, mesas enteras que son cronómetros, relojes de pie con sofisticadas maquinarias, algunos tintinean y otros sólo exhiben su mítico tic toc.
Como son tan singulares, si se estropean estos relojes, no existen piezas para repararlos. Este es el motivo por que José Antonio es el encargado de crear las piezas para lograr que funcionen, y, cuando lo consigue, confiesa que siente un orgullo especial, que es emocionante
A José Antonio le lleva nada menos que tres días poner en hora los 230 relojes del Palacio Real en este cambio de hora del otoño. Por eso, cuando termina, confiesa que no quiere saber nada de estar atento a ningún reloj y que, de hecho, muchas veces se quita hasta el que lleva en la muñeca para que no le moleste.
En cualquier caso, en sus manos está la responsabilidad de que todos los relojes del Palacio Real estén en hora sea la estación que sea. Empezando por los del Salón del Trono y terminando por el más pequeño reloj que esté instalado en los regios pasillos. El relojero de Patrimonio Nacional... ni siquiera él puede hacer nada para detener el tiempo.
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