EL LABORATORIO ETIQUETÓ MAL LAS MUESTRAS
José Eligio Otero Martínez, pensó que cuando la Guardia Civil fue a detenerle a su trabajo era una broma. Se presentaron en su puesto de trabajo, en una atracción de feria en Vigo, y le detuvieron por una violación cometida casi dos años antes, el 1 de noviembre de 2009, en la zona de La Ribera navarra. El joven de 28 años nunca había estado por allí, ni si quiera había salido de Galicia.
La prueba incriminatoria eran unos supuestos restos de ADN del agresor encapuchado en el colchón de la víctima, aunque tras ocho meses en prisión provisional a la espera de juicio, el contraanálisis solicitado por su abogado deshizo el error. Sus muestras de ADN se habían etiquetado mal en el laboratorio y ese error le llevó a prisión. En realidad pertenecían la muestras recogidas pertenecían al marido de la mujer.
La Audiencia Nacional acaba de condenar al Estado a indemnizarle con 70.000 euros por un error que le llevó injustamente a la cárcel, que se suman a los 30.000 pagados inicialmente. El tribunal reconoce el daño causado por una delito "especialmente infamante".