Identidad de género
Andrea ya consta como una persona de género indeterminado en su documentación en España. Tras años de lucha legal, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía ha dictado una sentencia pionera.
“Yo no soy ni hombre, ni mujer, soy una persona no binaria”, así se define Andrea ante un equipo de Antena 3 Noticias. Pero al rellenar cualquier formulario siempre se ha encontrado el mismo callejón sin salida, sólo hay dos casillas. “Siempre es hombre o mujer, yo siento que las personas no binarias no existimos. Aunque quiero ponerlos, todos los datos no son correctos, me obligan a mentir. Es una fuente de ansiedad porque esta sociedad, este estado, no nos reconoce, no existimos y tengo pleno derecho a que me reconozcan”, explica.
Como es de nacionalidad alemana, su pasaporte sí que reconoce su identidad de género indeterminado, pero vive en Sevilla desde hace 10 años. Su frustración tocó techo cuando se dispuso a obtener la tarjeta de residencia europea en 2017. Se encontró con las únicas casillas de siempre, en las que no encaja. Para Andrea, falta una tercera opción, “yo dibujé una tercera casilla y puse indeterminado, pero lo ignoraron. Entonces interpuse un recurso”.
En Hacienda consta como hombre y en la Seguridad Social como mujer
Y por eso, en 2018 inició una batalla con su abogada, Olga Burgos García, especializada en litigios de igualdad. “Andrea no puede modificar su identidad de género cada vez que se mueva de un país a otro. Andrea es quien es”, argumenta Olga Burgos. Primero, consiguieron el reconocimiento del Servio Andaluz de Salud, amparándose en la Ley 2/2014 integral para la no discriminación por motivos de identidad de género y reconocimiento de personas transexuales en Andalucía.
Y ahora, han llegado al TSJA, que les ha dado la razón, estimando su recurso. España, en su Registro de extranjería central, tiene que reconocer la documentación y datos de identidad de género reconocida en el país de origen de Andrea, “en principio entendíamos que la libre circulación en el seno de la Unión Europea tiene que respetar el estatuto personal de la persona ciudadana que se mueve entre los distintos estados miembros. En ese derecho a residir, tiene que ser identificado en el país donde se instale exactamente en los mismos términos y con los mismos datos”, relata la abogada.
Pero para Andrea la guerra todavía no ha terminado. En Hacienda aún consta como hombre y en la Seguridad Social como mujer, pero esta sentencia no recurrible y pionera en nuestro país, abre la puerta a que otras personas, extranjeras o españolas, exijan este reconocimiento de una tercera casilla en el apartado de género en los documentos oficiales en nuestro país. "Siento mucho peso de responsabilidad porque con esta sentencia pionera ahora empieza el trabajo, para que no solamente yo, sino todas las personas no binarias que vivimos en el estado español podemos aprovecharnos de nuestro derecho a ser reconocidos como personas no binarias", cuenta sonriendo Andrea.
En Europa sólo Alemania, Malta, Países Bajos y Austria contemplan la tercera casilla en los documentos oficiales.