Canarias
La iniciativa social 'El camino de los valores' ayudó al inmigrante Mohamed Keita a darse cuenta de la importancia de la educación. Ahora estudia Magisterio y es monitor en esta actividad.
Como la de muchos inmigrantes, la llegada de Mohamed Keita a España fue toda una odisea. "Llegué a Canarias en 2015. Salí de mi país, de Guinea, con 13 años. Hice un viaje de casi siete meses en los que estuve trabajando en países como Mali, Argelia y Marruecos para ganar dinero, pagar mi pasaje", explica Mohamed a Antena 3 Noticias. Ya en Marruecos se subió a una patera que fue rescatada por Salvamento Marítimo y así fue cómo llegó a las costas españolas en Canarias.
El joven venía con una idea clara en la cabeza: quería ponerse a trabajar lo antes posible para mandar dinero a su familia. Pero la realidad que se encontró chocó de frente con sus planes: tenía 13 años entonces y tenía que estar obligatoriamente escolarizado, tenía que estudiar y formarse en algo. "No lo entendía -asegura con rotundidad Keita-. A mis 13 años ya sabía lo que era trabajar y ganar un dinero. En mi país estudiaba por las mañanas y por las tardes trabajaba en un taller mecánico, el mismo donde trabaja mi padre, que es mecánico. Trabajaba allí para ayudarle. Pero como no era la realidad que yo quería, decidí salir y aventurarme a venir a España", cuenta.
En ese choque y esa incomprensión entre planes y realidad sacaron el lado más rebelde de Mohamed. Le costó adaptarse. Hasta que empezó a aceptar que lo que le ofrecían, que las múltiples ayudas que le tendían eran para su bien. Ayudas como la iniciativa 'El camino de los Valores', de la Asociación UP2U Project, un organismo para menores en riesgo de exclusión social que lidera e impulsa la jueza de menores Reyes Martel.
Necesitó ayuda para cambiar de mentalidad
"Keita estaba en un momento, como tantos adolescentes, en los que necesitaba comprender, de una forma amable, que su vida podía ir en un tono más positivo", explica la jueza Martel. "Empezó a acudir a actividades como fútbol, como el camino de los valores. Actividades que le pusieron en contacto , poco a poco, con otros referentes más allá del hogar donde estaba", asegura.
El propio Keita lo explica así: "Ese tiempo que me ofrecían en un hogar de menores, yo podía moldearlo a mi manera y encontrarme a mí mismo y hacer lo que me gustaría en un futuro. No creo que hubiera llegado hasta donde estoy yo solo. Todos necesitamos ayuda".
Quizá por eso, el que fuese un joven rebelde ahora es un estudiante de segundo curso de Magisterio y también monitor del programa de 'El camino de los valores': "Hay muchos jóvenes que no saben qué hacer, ahí tengo la oportunidad de hacerles ver que si siguen un camino pueden hacer mucho más de lo que ellos creen", señala.