El 23 de marzo de 2006 Nicolás Scivetti quedó con un compañero de clase en esta urbanización de Benalmádena, en Málaga. Poco después de llegar aquí su madre recibió una llamada. Era el compañero de su hijo. Le decía que Nicolás se había golpeado en la cabeza tras saltar de un banco y que estaba inconsciente.
Nicolás ingresó en el hospital materno-infantil de Málaga en estado de coma profundo. Murió dos días después. Tras recibir el informe médico, el juez de guardia advirtió "la posible existencia de una infracción penal" y ordenó que se investigara el caso. La autopsia concluyó que "la muerte de Nicolás Scivetti fue de origen violento" y que se debió a un traumatismo craneoencefálico. La Policía Nacional tardó 10 meses en citar a declarar a los padres de Nicolás.
Una semana después el juez archivó el caso. Meses más tarde, Inés encontró en el reproductor de mp3 de su hijo unas grabaciones que él había realizado y que le hicieron sospechar que Nicolás podía haber sufrido acoso en el colegio.
En una de ellas su hijo se dirigía al menor con el que quedó el día que sufrió el traumatismo. Nicolás la grabó pocos minutos antes de aquel encuentro. Todo indica que era una cita para una pelea.
El juez reabrió la causa y cedió la investigación a la Fiscalía de Menores. En enero de 2008, el fiscal decretó su archivo definitivo. Lo hizo tras constatar que el niño supuestamente implicado en la muerte de Nicolás Scivetti tenía menos de 14 años en el momento en que ocurrieron los hechos y era por tanto inimputable, es decir, no tenía responsabilidad penal.