BATALLA JUDICIAL
Esta historia empieza en el los años 50. En una finca ganadera de Sevilla surgió el amor entre una trabajadora de 21 años y el hijo de los dueños. De esa relación nació Sofía, la mujer que ahora pelea por sus derechos y su herencia.
Hoy le ha contado a un juez la historia de su madre: su padre no la reconoció oficialmente, por eso ha reclamado en el juicio lo que le pertenece que, según su abogado, sería la mitad de una finca y bienes valorados en 15 millones de euros.
Sofía y sus hijos necesitaban cotejar su ADN, pero han tenido que sortear muchos obstáculos para hacerlo. Las pruebas realizadas con un hermanastro dieron como resultado un 99,9 % de posibilidades de que Sofía fuera hija del hombre, ya fallecido. También hay testigos que han contado que, aunque en secreto, el amor entre la criada y el señor siempre perduró.