la experiencia de los pilotos es fundamental
En ocasiones la sangre fría, la experiencia o la buena suerte evitan accidentes como el que ha sufrido este miércoles el avión de la compañía Aeroméxico que se ha desplomado esta tarde en Durango, al norte de México.
Por ejemplo en enero de 2009 cuando una bandada de pájaros se estrelló contra un airbus en Nueva York y el piloto se vio obligado a tomar tierra de inmediato o en abril de 2018 cuando uno de los motores de un Boeing 737 estalló a más de 9 mil metros de altitud y a 800 kilómetros por hora.
Javier Martín, director técnico del Sepla, explica que la capacidad de reacción y la experiencia de los pilotos es fundamental por ello cada 6 meses realizan una simulación de vuelo donde entrenan los fallos de motor, posibles colisiones con otros aviones, averías de sistemas.