Asesinato de los tres hermanos
Mantenían una relación con supuestos militares estadounidenses destinados en Afganistán que les pedían dinero. Las autoridades señalan que todo apunta a que detrás de esos soldados se encontraba una red de delincuentes.
La Guardia Civil encontró el jueves los cadáveres con signos de violencia de tres hermanos -dos mujeres y un hombre- en una vivienda de Morata de Tajuña, al sureste de la Comunidad de Madrid. Fueron los vecinos del pueblo, tras muchos días sin verlos, los que dieron la voz de alarma. La principal hipótesis del crimen es un ajuste de cuentas por una estafa amorosa .
Las autoridades encontraron los cadáveres apilados y parcialmente quemados. Los vecinos no los veían desde hace un mes, aunque pensaban que se habían ido de vacaciones por las fiestas navideñas. Barajan un ajuste de cuentas por parte de prestamistas. Lo último que ha trascendido de amigos de las tres víctimas es que las dos mujeres estaban manteniendo una relación a distancia con supuestos novios militares estadounidenses que vivían en Afganistán que les reclamaban importantes cantidades de dinero.
Durante años estuvieron pidiendo estas cantidades de dinero a vecinos y familiares. Parece que habían recurrido a los servicios de unos prestamistas. Fuentes de la investigación detallan a Antena 3 Noticias que detrás de esos supuestos militares que vivían en Afganistán, realmente se encontraba una red de delincuentes que se habría aprovechado de estas dos mujeres para sacarles todo el dinero que han podido y manipularlas.
Los amigos de Amelia y Ángeles, las dos de los tres hermanos muertos, dicen que comenzaron a mantener esa relación con dos supuestos militares americanos hace ocho años. "Se habían enamorado realmente de ellos", comentan desde el municipio madrileño. Un amigo de ellas dice que un tal Edward comienza a pedirles dinero. Les decía cosas como que "tenían que sacarlo con un helicóptero".
'Edward' les comunicó un día que el otro militar había muerto y les pidió dinero para los trámites de la herencia del compañero. Entonces comenzaron a pedir dinero por el pueblo. Les prometían a los vecinos doblar la cifra prestada. La supuesta estafa pudo ascender a medio millón de euros.