ESPERAN LA VERSIÓN DEL ÚNICO SUPERVIVIENTE
El hermano y los tíos de uno de los espeleólogos fallecidos en el cañón de Wandrass, en el Atlas marroquí, sólo quieren que repatríen los cadáveres cuanto antes. Ellos habían solicitado que las autopsias se realizaran en España, pero por motivos que desconocen, no se ha respetado su petición. Tampoco saben las causas en la tardanza del rescate, pero no acusan a nadie directamente y ponen todas sus esperanzas en el relato que pueda realizar el único superviviente, Juan Bolívar. Sin embargo, califican de "eternidad" el tiempo que se tardó en rescatarlos".
La información, coinciden los tres familiares, llega con cuentagotas. Ha sido un "calvario" la manera en la que les iban llegando las noticias. El primer día, según José Antonio Martín, tío de Juan Antonio, les dijeron que "les habían localizado y que dos se movían y uno no". "Después que los tres estaban vivos y, cuando ya estábamos relajados, nos comunican que uno había fallecido, pero ¿quién?", se quejan amargamente de la gran cantidad de información contradictoria. "Fueron tres días de agonía", sigue José Antonio, sin saber quién había muerto.
Los tres espeleólogos tenían gran experiencia. Habían entrenado en Los Alpes, en otras zonas del Atlas africano, miles de veces en Sierra Nevada y no quieren especular con las causas de la muerte de los dos montañeros. Sólo quieren cerrar una dolorosa etapa con la llegada de sus seres queridos a Granada, cuanto antes.