Guardia Civil
El material de contenido sexual privado era difundido por un grupo de Telegram con más de 200 miembros.
La instalación de cámaras de seguridad en las viviendas reside en el aumento de protección a la hora de cualquier problema como puede ser un robo. Sin embargo, la tecnología se puede utilizar de una manera poco ética como por ejemplo, hackearlo con un afán lucrativo, no tiene por que ser económico.
Este es el caso del robo de vídeos con un contenido sexual en los diferentes domicilios de clientes pertenecientes a empresas de vigilancia. Los individuos conseguían grabaciones de las cámaras donde los inquilinos podían estar manteniendo relaciones sexuales para luego difundirlas por un grupo de Telegram.
Los hackers obtenían el contenido sexual de las cámaras de vigilancia de cada domicilio, de una forma que todavía se desconoce, para luego difundirlas. Todas los vídeos que tuviesen ese tipo de contenido eran compartido a un grupo de Telegram con 237 miembros según un artículo de 'Caso Abierto'.
Las cámaras de seguridad era lo que les permitía a estos individuos entrar en las casas de quienes las tenían instaladas, todas de la misma empresa de seguridad, sin ser detectados y desde un lugar en remoto. Muchas de las grabaciones pertenecían a domicilios de la Región de Murcia que eran interceptadas por dos individuos. Estos se encontrarían en libertad con cargos como presuntos protagonistas de unos descubrimientos y revelaciones de secretos junto a varios delitos contra la intimidad.
Aunque todavía no se ha publicado el método por el que accedían a esta esfera privada, hay alguna hipótesis que podría otorgar una luz de cómo se podría haber hecho. De este modo, el experto en ciberseguridad y CEO de 'Lazarus Technology', Manuel Huerta, explica que podría haber sido más sencillo de lo que puede llegar a parecer.
Aunque sin confirmar nada, Huerta explica que solo se necesitaría un teléfono para lograr esta intromisión de la privacidad. Gracias a las filtraciones del usuario y contraseña (credenciales) de las aplicaciones de vigilancia, una persona es capaz de iniciar sesión con su propio móvil y grabar todo el historial de vídeos de seguridad o capturar la señal en vivo.
Esta, según el experto en seguridad, sería la opción más fácil que se podría haber realizado para poder conseguir esos vídeos. Además, comenta, no se necesitan demasiados conocimientos, los mínimos respecto a instalar una aplicación de la tienda en los propios móviles. Por otra parte, explica que es muy difícil que lo hayan conseguido a través de las compañías de seguridad por lo que el problema no erradicaría en estas empresas.
Por el momento, la Unidad Central Operativa (UCO) perteneciente a la Policía Judicial de la Guardia Civil continúa investigando las grabaciones para contabilizar el total de víctimas.
Aún así, el auto de la Audiencia Provincial detallaba que en el disco duro del ordenador en el que el hacker guardaba los vídeos contenía 868 credenciales ajenas a él.
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