Guadalajara
El chef y fundador de la ONG 'Gastronomía solidaria' señala que los vecinos han destrozado su restaurante por discriminar a sus trabajadores de nacionalidad extranjera.
El pueblo de Trillo, en Guadalajara, se ha vuelto viral los últimos días por un presunto caso de racismo sobre los trabajadores de un restaurante del municipio. El chef y fundador de la ONG 'Gastronomía solidaria', Chema de Isidro, ha acusado a varios vecinos por verter insultos y comentarios racistas sobre los trabajadores de su restaurante, los cuales son personas inmigrantes que han tenido problemas con la justicia previamente.
Por otro lado, los vecinos han expresado que las declaraciones del cocinero son falsas y que el supuesto 'boicot' a su local está originado por un servicio insuficiente y de baja calidad, a lo que han añadido que las mesas estaban "sucias" y la barra se encontraba "llena de vasos y platos". El cocinero hizo pública la situación en un periódico nacional, algo que sentó mal a los vecinos.
El restaurante de Chema de Isidro, 'La Cascada de la Raspa', amaneció completamente destrozado el pasado jueves después de emitir la denuncia a través de un periódico nacional. Esta mañana ha comparecido en el programa de 'Espejo Público' y ha expresado que previamente le habían dejado restos de excremento en las inmediaciones del local.
"Las cacas que me han dejado en el restaurante, el logo nuestro pinchado, insultos a mi chica, amenazas a mí, yo creo que puede ser una venganza" ha subrayado Chema de Isidro en 'Espejo Público'. También ha destacado que en la localidad manchega "nunca ha habido un robo", algo que ha hecho pensar al chef que ha podido ser un ataque contra él.
Los vecinos se han mostrado indignados con las acusaciones de Chema de Isidro, las cuales les ha tachado de racistas y de discriminar a su restaurante por la procedencia de sus trabajadores. Las acusaciones "para nada son ciertas. Somos un pueblo muy acogedor", ha señalado una de las vecinas en respuesta al fundador de la ONG.
Desde la localidad manchega se han sentido ofendidos por las críticas del chef y han indicado que dejaron de asistir al restaurante por un descenso en la calidad del servicio y no por ningún asunto de índole racista o discriminatoria. Además, niegan haber realizado ningún comentario racista hacia los camareros e indican que están a favor de la inmigración debido a la situación actual de su pueblo ya que necesitan población activa en el municipio.
Ambas partes, tanto el chef como los vecinos, acusan al otro de emitir declaraciones falsas y de mentir ante los medios. El municipio manchego está siendo foco del presunto caso racista y, por el momento, las autoridades policiales están investigando para conocer a los autores del destrozo causado en el restaurante.