Accidente autobús
Con el autobús fuera del río Lérez, la Guardia Civil ya ha concluido el análisis de la zona del accidente. Ahora, procederá a inspeccionar el autobús.
Tras las complicadas tareas de rescate para sacar el autobús, los expertos de la Guardia Civil que se desplazaron a Galicia desde Madrid ya han terminado los análisis de la zona en la que se produjo el accidente de autobús el pasado 24 de diciembre en Pontevedra al caer al río Lérez con nueve pasajeros dentro. Siete de ellos fallecieron. Ahora, acudirán a la nave de Pontevedra donde se guardan los restos del vehículo para completar la reconstrucción del siniestro.
Los trabajos en el tramo de la carretera N-541 donde se produjo el trágico siniestro en Nochebuena han terminado en torno a las 13:30 horas de este miércoles, unas cuatro horas después de que dieran inicio, según ha confirmado en declaraciones a los medios el teniente del subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra, Roberto Prado.
El análisis del autobús
Una vez recabados los datos necesarios en el puente de Pedre por donde cayó el autobús, los expertos se van a detener en estudiar los restos del autobús para intentar extraer información que pueda arrojar luz sobre el accidente. Además de la carrocería, el análisis del tacógrafo, además del ABS y del GPS, serán claves para la investigación.
Ahora, el vehículo se ha trasladado a una nave donde los investigadores van a tratar de averiguar cuáles fueron las causas del accidente. Con la zona del accidente "despejada", la Guardia Civil ha acudido en el día de hoy al lugar de los hechos para reconstruir del accidente. Además, se prevé que el conductor del vehículo, uno de los heridos, declare en calidad de investigado. Este hombre se podría enfrentar a varios delitos de homicidio imprudente.
En primer lugar, se rescató el tacógrafo, pieza importante para estudiar al detalle cómo ocurrió el accidente. Con el tacógrafo en manos de los investigadores, comienza el izado del autobús.
Así fue el rescate del vehículo
Aunque preocupaba la resistencia del puente, la grúa consiguió ser estabilizada en él y consiguió soportar el peso del aparato y del autobús. Para ello, los equipos de la Guardia Civil tuvieron que asegurar el peso de casi 13 toneladas. En este rescate también ayudaron las favorables condiciones meteorológicas: la lluvia y el viento dieron una tregua y el caudal del río Lérez era bajo.
Con el agua ya fuera del vehículo, comienza el izado. Las imágenes del autobús en el aire son del todo impactantes: un amasijo de hierros. Con ello, se aprecian las terribles consecuencias del suceso. El techo del autobús está completamente aplastado.
En tan solo 5 minutos, el vehículo ya se encuentra encima del puente, tras subir unos 30 metros. Es hoy, tras el rescate del autobús, cuando un grupo especializado de accidentes de la Guardia Civil realiza una reconstrucción para tratar de averiguar las causas del siniestro.