en navia
Según ha informado la Comandancia de Oviedo, se han buscado "pruebas y vestigios de su implicación en el caso" de la muerte de la gijonesa de 43 años para su inclusión en las diligencias declaradas secretas por el Juzgado competente de Luarca.
Los registros han sido llevados a cabo por agentes de la Compañía de la Guardia Civil de Luarca y de Policía Judicial y Laboratorio de Criminalista de la Comandancia de Oviedo, que han contado con el apoyo de perros adiestrados en la búsqueda y detección de restos biológicos.
"Las muestras halladas serán remitidas al laboratorio de criminalística de la Guardia Civil para su análisis", han apuntado desde el Instituto Armado. El arrestado, J.L.O., seguirá custodiado por la Guardia Civil hasta la realización de "más actuaciones y diligencias", previas a su puesta a disposición judicial. El detenido es un conocido de la fallecida que días atrás concedió entrevistas a medios asturianos para asegurar que, pese a que el día de su desaparición estuvo con ella, no tuvo nada que ver con la muerte.
El hombre, que ayer por la tarde aún mantenía su inocencia a la salida de uno de los registros, conservaba conversaciones de wasap en las que, según afirmaba, la mujer se mostraba angustiada y preocupada. Además, aseguró que aquel día la había invitado a cenar a su casa, pero que la mujer no acudió. La mujer, María Paz Fernández Borrego, había reservado el 13 de febrero un hostal en Navia, adonde iba con cierta frecuencia, pero no llegó a dormir en el establecimiento. Al día siguiente, fue encontrado su vehículo junto al hospital de Jarrio, en el vecino municipio de Coaña, a unos catorce kilómetros del embalse donde fue hallado su cadáver, así como su perro suelto por las calles de Navia.
El cadáver se localizó sobre las 15:50 horas del martes en una zona de difícil acceso en una orilla del embalse, en las proximidades de un cámping. El cuerpo presentaba múltiples contusiones y un golpe en la cabeza y, aparentemente, había sido lastrado. La capilla ardiente se instalará esta tarde en el tanatorio de Gijón-Cabueñes, para su posterior entierro en el cementerio Municipal de Deva (Gijón). La Guardia Civil ha insistido en que no hay "evidencia alguna" de la relación de este caso con el de las otras dos mujeres desaparecidas a principios de marzo en Gijón y Castrillón, y en cuya búsqueda participan estos días dos operativos compuestos por un total de 200 personas.
Lorena Torre, de 40 años, desapareció el pasado 1 de marzo por la noche en Gijón y su coche apareció aparcado en las proximidades de la playa de El Rinconín y, según la Policía Nacional, vestía un plumífero verde, pantalón vaquero y botas. Un día después se produjo en Avilés la desaparición de Concepción Barbeira, de 46 años, tras salir de su casa en San Adriano (Castrillón) para dirigirse a su trabajo en el hospital San Agustín de Avilés, al que no llegó a incorporarse. Su vehículo fue localizado horas después de que se denunciase la desaparición con las puertas abiertas y el bolso en su interior en la localidad de Santa María del Mar, en Castrillón.