HA SIDO ENTREGADO A UN REFUGIO DE MADRID

La Guardia Civil investiga al dueño de un perro encontrado en "extrema desnutrición" en Cáceres

El diagnóstico del boxer ha sido de "caquexia", es decir, un estado de "extrema desnutrición, atrofia muscular, debilidad y anorexia". La Guardia Civil lo encontró en un patio de unos veinte metros cuadrados y rodeado de excrementos.

Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil investigan al dueño de un perro que ha sido intervenido en Piedras Albas (Cáceres) tras ser encontrado en "pésimas condiciones de salubridad" y en una situación de "extrema desnutrición".

Fue el pasado 21 de mayo cuando agentes del Seprona tuvieron conocimiento de la posible existencia de un perro en "pésimas condiciones", y tras varias gestiones, lograron localizar al animal en un "pequeño patio de unos veinte metros cuadrados, con multitud de excrementos de perro".

Se trata de un boxer, de sexo hembra, color atigrado y que carecía de identificador electrónico, y que según señala la Guardia Civil, cuando fue localizado presentaba "evidentes signos externos de un pésimo estado de salud y cuidado", así como "un gran número de garrapatas adheridas a su cuerpo".

Tras localizar al dueño, este aportó a los agentes una cartilla sanitaria que "no recogía más tratamiento veterinario que el realizado al animal cuando tenía apenas dos meses de edad", cuando en la actualidad tiene varios años. Ante esta situación, los agentes pidieron un dictamen veterinario que diagnosticó "parasitosis externa y desnutrición", y tras lo que el pasado 23 de mayo, y "ante la sospecha de un posible agravamiento del estado de salud del animal", la Guardia Civil realizó un nuevo reconocimiento junto a veterinarios de la Junta de Extremadura.

El diagnóstico fue de "caquexia", es decir, un estado de "extrema desnutrición, atrofia muscular, debilidad y anorexia", ante el que la Guardia Civil procedió a la intervención cautelar del animal, que fue entregado a la Asociación Protectora 'El Refugio', con sede en Madrid, que a su vez "emitió un nuevo informe facultativo que pone de manifiesto el mal estado del animal".

Una vez con estos dictámenes en su poder y las demás evidencias obtenidas durante la investigación, los agentes del Seprona instruyeron las oportunas diligencias policiales en las que prestó declaración, en calidad de investigado, el propietario del animal.

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