Baterías de litio
La operación, que comenzó en enero, es la más importante tanto a nivel nacional como a nivel europeo por el importante volumen de residuos que ha sido intervenido
La Guardia Civil ha intervenido la mayor cantidad de baterías de litio,tanto a nivel nacional como europeo, en un almacén clandestino ubicado en Otero de Herreros, en Segovia. Allí se almacenaban cerca de 45 toneladas de estos peligrosos residuos sin ningún tipo de control, medida de seguridad o autorización administrativa. Este taller se situaba en el interior de la vivienda, donde había varias herramientas con las que el detenido reacondicionaba las baterías para su posterior venta ilegal.
La investigación empezó en enero de 2023 tras observar la carga y descarga de manera inusual de mercancía paletizada en la urbanización donde residía el individuo. Los agentes se dieron cuenta de que se estaban realizando transacciones sospechosas desde otros países al introducir baterías de litio de manera ilegal en nuestro país.
Después de su manipulación, este material estaba siendo vendido a través de páginas web y grupos privados de mensajería instantánea tanto dentro de nuestro país como en el extranjero. Se estima que como resultado de estas ventas ilegales, el autor del delito podría haber obtenido un beneficio superior a un millón y medio de euros.
Por lo tanto, el detenido está acusado de delitos de riesgo provocado por explosión u otros agentes, contra los recursos naturales y medio ambiente, contra la hacienda pública y contra la seguridad social.
Para la retirada de estas baterías de litio, la Guardia Civil tuvo que contar con 6 camiones de una empresa especializada en la manipulación de este tipo de residuos.
Dentro de la normativa de peligrosidad en la que se clasifica esta sustancia, se determina que provoca corrosión cutánea en la piel lo que conlleva una lesión irreversible. Por lo tanto, la manipulación de este material supone un importante riesgo al tratarse el litio de un elemento químico tan peligroso.