OPERACIÓN 'TITISALI'
En un comunicado, la Guardia Civil de Alicante ha alertado del grave riesgo para la salud que pueden tener las personas que tengan alguno de estos ejemplares.
Durante la operación "Titisali", desarrollada el pasado octubre, se intervinieron 25 de los 67 primates que tenía en sus manos la red delictiva, de los cuales 20 estaban vivos y fueron dirigidos al centro de rescate AAP Primadomus de Villena (Alicante) y al Arca de Noé, también de Alicante.
Según se informó en octubre, dicha operación investigó a siete personas (cuatro en Alicante, dos en Murcia y una en Sevilla) por presuntos delitos contra la protección de la flora y fauna y pertenencia a organización criminal, falsedad documental y usurpación de estado civil.
Además, se implicó a otras 25 en distintas provincias, con registros en varios domicilios y locales de venta de animales de Elche, Torrellano, Agost y Algueña (Alicante) y Sevilla, Almería y Albacete.
La investigación estuvo centrada en la venta ilegal de fauna, en concreto de primates de la especie tití, protegidos por el convenio CITES, que eran criados en domicilios privados por particulares que tenían relación con tiendas de animales, y que posteriormente los ponían a la venta, de forma ilegal.
Tras el decomiso de los 20 primates vivos, se procedió a diversos análisis y controles sanitarios, que han permitido descubrir que uno de los ejemplares, de la especie Chlorocebus tantalus o mono verde de Guinea, es portador de anticuerpos de los virus VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) y de HTLV (virus linfotrópico de células humanas).
La Guardia Civil de Alicante ha señalado que 42 de los primates de la organización delictiva "están todavía en paradero desconocido, con el consiguiente riesgo para la salud de las personas que los manipulen".
El análisis ha sido realizado por el Centro de Rescate AAP Primadomus de Villena en el laboratorio Erasmus MC de Rotterdam (Holanda) mediante la técnica LIA (inmunoensayo en línea), si bien se está a la espera de recibir los resultados de un segundo análisis, realizado con seis semanas de diferencia, y enviado a otro laboratorio diferente, que confirme el primer resultado.
La Guardia Civil ha recordado que los monos Titis (Pincel Blanco (Callithrix jacchus) y Pincel negro (Callithrix penicillata) son especímenes protegidos en el apéndice II del convenio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestres, por lo que no pueden estar en manos de particulares.
Dicha prohibición está motivada, principalmente, por la facilidad que tienen para ser portadores de graves enfermedades, que transmiten a las personas de sus entornos.
"Los poseedores de primates sin legalizar, sin conocer su procedencia o sin realizar un control sanitario, están poniendo en grave riesgo su vida y la de los que le rodean", según el comunicado del instituto armado, que recuerda que los primates pueden portar enfermedades tales como la malaria, el dengue, la rabia y el SIDA, como en este caso, y las mismas son difícilmente detectables porque su procedencia es ilegal y no está sometida a los controles sanitarios necesarios.
Ha añadido que "un certificado veterinario no garantiza la legalidad, la procedencia, ni el control sanitario del animal ya que en la mayoría de los casos son falsificaciones y en otros el control sanitario realizado no es suficiente para salvaguardar el riesgo para la salud de las personas".
"Si es usted poseedor de una especie prohibida o sabe de alguien en esa situación, extreme sus precauciones a la hora de interactuar con cualquier tipo de primate, y contacte con el SEPRONA de la Guardia Civil", concluye la nota.