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Tenerife

Un grupo de ingleses borrachos la lía en un vuelo a Tenerife y la tripulación tiene que pedir presencia policial al tomar tierra

Venían en pleno vuelo causando ya desorden y alboroto.

El grupo, de unos quince pasajeros, había salido de la ciudad inglesa de Newcastle rumbo a Tenerifeen aparente estado de embriaguez. La tripulación solicitó la presencia policial a su llegada a la isla. Y así lo contaban los controladores aéreos en su perfil de redes sociales: "El 'comité de bienvenida' para estos pasajeros formado por miembros de la Guardia Civil y seguridad del aeropuerto... Todo nuestro apoyo a las tripulaciones, pasajeros y miembros de seguridad que tienen que lidiar a menudo con estas situaciones".

Desde la torre, los controladores le recortan la ruta en lo posible mientras se coordina la solicitud del comandante. Cuando el avión, un Boeing 737 de la compañía Jet 2 Holidays, aterriza en el aeropuerto Reina Sofía, en Tenerife Sur, hay recibimiento en pista: La Guardia Civil y la seguridad del aeropuerto les esperan a pie de escalinata para que los altercados no sigan en la terminal.

Otros casos

Pero éste no es un incidente aislado. Se dan con cierta frecuencia en pleno vuelo. Por ejemplo, hemos visto a un grupo de pasajeros que llega a tirar botellas atemorizando al resto y sembrando el caos en un vuelo de Ryanair que se dirigía a Tenerife desde Edimburgo. El avión tuvo que ser desviado a otro aeropuerto. En otro trayecto, agentes de la Guardia Civil tienen que subir a la aeronave a reducir a un pasajero que se negaba a enseñar su tarjeta de embarque en un vuelo que conectaba Lanzarote con Santiago de Compostela.

Sanciones económicas y legales

El abogado Carlos Álvarez nos cuenta que el incremento de altercados en vuelos ha llevado a endurecer las medidas con hasta 45.000 euros de multa para aquellos pasajeros conflictivos ante comportamientos que pongan en peligro la seguridad del vuelo. Incluso, puede acarrear la prohibición de volar con determinadas compañías.

"En España se aplica la ley 21/2003 de Seguridad Aérea, que se aplica a mal comportamiento como beber en exceso, actitudes violentas, fumar en vuelo o no cumplir las indicaciones", apunta el letrado. Pero las repercusiones no sólo son sanciones económicas, también pueden ser legales. Comportamientos que no sólo pueden causar daños, retrasos o cambios en el trayecto, sino que ponen en riesgo la seguridad de todos.

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